Generalmente se comienza a complementar el pecho introduciendo alimentos sólidos entre los 4 a 6 meses, esto dependerá de la curva de crecimiento de cada niño en particular.
Generalmente se comienza a complementar el pecho introduciendo alimentos sólidos entre los 4 a 6 meses, esto dependerá de la curva de crecimiento de cada niño en particular.
La leche materna por sí sola es suficiente para la mayoría de los lactantes; cuando el crecimiento se hace más lento es necesario complementar la dieta para proveer de la energía, vitaminas y minerales (fundamentalmente de Vitamina C y Hierro) ausentes o en cantidad insuficiente en la leche materna.
También se realiza en esta etapa porque es cuando comienza la erupción de los dientes y es capaz de mantenerse sentado y sostener sólo la cabeza (existiendo menor riesgo de que se atragante).
No olvidemos además que en esta etapa el aparato digestivo ya se encuentra lo suficientemente maduro como para digerir los alimentos sólidos.
La introducción de los alimentos sólidos debe ser gradual, comenzando con pequeñas porciones para que el bebé se acostumbre a “tragarlos”. Introducir alimentos antes de este período puede causar alergias o aportar energía extra, innecesaria que puede causar obesidad.
No obstante es importante seguir amamantando, de ser posible hasta los dos años.
Hay alguna solución para niños mañosos o muy selectivos que no quieren probar nuevos alimentos.
Para que esto no ocurra es importante que desde pequeños (al año) cuando ya pueden tener una dieta más amplia, reciban una dieta variada; por ejemplo en el caso de las verduras para que se “acostumbren a comer de todo” desde pequeños.
Se debe tener paciencia e insistir. Pero no se debe forzar al niño a que consuma más alimentos que no desea porque puede ocasionar más rechazo.
Es importante tener en cuanta que es normal una disminución del apetito en el primer año, como consecuencia de un menor velocidad del crecimiento, por otra parte, hay que tener en cuenta que en esta etapa a adquirido el concepto del No. Que será utilizado incluso cuando se le ofrece algo que en verdad desea.
Algunas recomendaciones que te ayudarán a que tu bebé acepte alimentos nuevos:
-Ofrece el nuevo alimento junto con otros que ya conozca y sepas que le gustan.
-Es importante dar el ejemplo, es decir que te vea a ti también comer ese alimento.
-Cuando pruebes darle un nuevo alimento, ofrécele una porción pequeña.
-El mejor momento para intentar con un nuevo alimento es cuando tenga hambre.
-Ten en cuenta que hay días que no son los adecuados (por ejemplo si viene de vacunarse).
-El niño debe comer en un ambiente familiar tranquilo, agradable y rodeado de afecto.
-Puede suceder que ese alimento no sea de su agrado realmente.
-La actividad física incrementa el apetito; será más fácil que acepte un nuevo alimento.
-Es posible, principalmente en niños, que rechacen alimentos por cansancio en la función masticatoria, en estos casos es conveniente adaptar las preparaciones culinarias a las apetencias del niño (por ejemplo: picado).
-Evita ofrecer otro alimento en lugar del rechazado y nunca cometas el error de dar golosinas como premio para que lo acepte.
-La forma en que prepares un alimento puede determinar su aceptación o no; trata que las preparaciones sean sencillas y variadas.
-Evita el picoteo entre horas, para que a la hora de comer tenga más apetito.
¿Qué pasa con los niños que no quieren tomar leche?
La leche y sus derivados contienen proteínas y calcio, elementos esenciales para formar y mantener los huesos y los dientes sanos.
El consumo suficiente de leche, especialmente durante los primeros 25 años ayuda a prevenir la osteoporosis; enfermedad muy frecuente en los adultos mayores fundamentalmente en las mujeres.
Los menores de 25 años necesitan 4 tazas diarias para formas sus depósitos de calcio. Un yogur o una rebanada de queso pueden reemplazar a una taza de leche.
Por esa razón es que los lácteos deben estar en la dieta del niño, en estos casos se debe tratar de que los consuman en forma de yogur, leche chocolatada, licuados de frutas, salsas blancas, cremas, flanes, postres de leche o incorporando leche en polvo a algunas preparaciones que lo admitan.
En estos casos en que los niños no aceptan la leche, es útil brindarles leches con complemento de calcio (aportan 25 % más de Calcio que las leches regulares).
Es importante resaltar que los jugos de soja no se los puede considerar sustituto de la leche por que no aportan la misma cantidad de calcio.