Los consienten y educan. Los abuelos ya educaron a sus hijos y por eso se dan el lujo de malcriar a sus nietos; es la ley de la vida. Por alguna circunstancia, los abuelos están cada vez más presente en la vida de sus nietos. A veces hasta cumplen una función similar a la de los mismos padres, ya sea porque éstos trabajan muchas horas o porque son padres o madres solteros, o porque los abuelos, padres y nietos viven todos en la misma casa.

Ser abuelo a tiempo completo no es lo mismo que recibir a los nietos para los ravioles de los domingos, o llevarlos cada tanto a jugar a una placita y después de unas horas devolvérselos a los padres. Como los abuelos full time pasan mucho tiempo con sus nietos, incluso más que los mismos padres en algunos casos, deben asumir funciones como la educación de los chicos, la imposición de ciertos límites, y la transmisión de valores. Esto puede crear conflictos y confusión, tanto entre los chicos y sus abuelos, complicando la relación entre ellos, que debería ser por naturaleza grata, como entre los abuelos y los padres, especialmente los abuelos con la nuera o yerno, porque compiten, aunque sea sin intención, a la hora de transmitir sus ideas y valores, que no siempre pueden coincidir.

Lo más importante es tener siempre en cuenta que la educación le corresponde a los padres, y por lo tanto los abuelos,  al ser referentes para los niños, deben procurar actuar dentro del sistema de normas establecido por los padres. El único que sale perjudicado si hay desacuerdos o malentendidos es el niño.

En general, los niños entienden que los padres marcan las pautas y el estar con los abuelos sirve para romper esas mismas pautas, por eso se vuelve divertido. Hay que mantener un equilibrio, porque si bien los abuelos no son sustitutos de los padres, prestan una ayuda enorme. Sin duda son transmisores de experiencia, y tienen un papel de mucho peso en la formación psicológica del niño. Son, además, y por sobre todas las cosas, una fuente de amor y ternura.

Los mismos abuelos deberían vivir la experiencia de tener nietos sin las tremendas exigencias de ser padre. Ser abuelo es tener una especie de segunda oportunidad de la vida. Ya no tienen los miedos y las responsabilidades de la paternidad, así que se pueden relajar y ser menos severos. Para los niños, los abuelos son una especie de cómplices, y para los abuelos, los nietos, son una fuente de juventud y diversión permanente, los entretienen y emocionan. Cuando nace un niño, también nace un abuelo. Las nuevas experiencias llegan para todos. Sólo hay que estar abierto para disfrutarlas.

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