Según estudios recientes, la leche materna puede no ser igual para los niños que para las niñas. Esto tiene una explicación: durante la gestación, el feto ejerce una influencia sobre la glándula mamaria de la madre, lo que ocasiona que el tipo de leche que produce dependa del sexo del bebé.
Katie Hinde, experta de la Universidad de Harvard, Estados Unidos, realizó numerosas pruebas con monos y comprobó que la leche que la madre produce para sus crías machos contiene un 35% más de grasa y proteínas que cuando se trata de hembras.
La leche para las hembras contiene más calcio, seguramente para apoyar el crecimiento más veloz de sus huesos, un patrón de crecimiento que está en los chimpancés y en los humanos. Igualmente, la investigadora afirma que como las madres proporcionan más cantidad de leche a sus crías hembras, reciben una cantidad similar de grasa y otros nutrientes.
Esto podría traer como consecuencia el desarrollo de leches de fórmula distintas según el sexo del bebé. Hinde señaló: “Hay buenos motivos para ser escépticos ante una fórmula única para la leche materna”. Dice que machos y hembras tienen distintas trayectorias de desarrollo y “si no reciben lo que necesitan, este desarrollo podría no ser óptimo”. Este estudio también sugiere que el sexo del feto ejerce una influencia distinta sobre el desarrollo de la glándula mamaria, lo que afecta a la leche.
Expertos de la Universidad de Michigan realizaron una investigación y también encontraron diferencias en la composición de la leche materna en función del sexo del bebé. Eroski Consumer consultó con la Asociación Española de Pediatría. Susana Ares, secretaria del Comité de Lactancia de la asociación señaló que “por ahora se trata de una investigación que lleva a opiniones controvertidas”.
Fuente: Consumer.es