Para las madres primerizas la lactancia puede llegar a ser toda una odisea si no tienen la asesoría adecuada.
Por un lado están las múltiples dudas sobre cuánto tiempo debo amamantar a mi bebé o si es bueno practicar la lactancia materna prolongada o no. Por otro lado están las dudas sobre cómo se da el pecho, porque es algo que se debe aprender y no siempre resulta una tarea fácil.
Pero antes de plantearte cuestiones sobre si alargar la lactancia meses o años, debes aprender cómo empezar, así que te damos 5 consejos que como madre primeriza te ayudarán a acercarte a la lactancia materna con menos dudas y con más confianza:
1. Busca una posición cómoda para dar el pecho.
Existen muchas posturas que puedes adoptar para amamantar a tu bebé, también hay muchas posiciones en las que puedes poner al niño para que se agarre bien al pecho y no tengas dolor mientras se produce la lactancia. Debes estar cómoda pues pasarás muchas horas al día alimentando a tu hijo.
Es importante destacar que la lactancia, si se lleva a cabo de la forma adecuada, no tiene que doler, sino que apenas produce una sensación de presión cuando el niño succiona. Es por eso que debes buscar asesoría para saber cómo colocar correctamente al niño en el pecho para facilitarle la sujeción, así como averiguar cuál es la postura que resulta más cómoda para los dos.
2. Hidrátate bien.
Es muy importante estar bien hidratada, más aún en verano. Necesitarás beber entre 2,5 y 3 litros de agua al día para cubrir tus necesidades de hidratación. La leche está compuesta en mayor medida por agua, por lo que la ingesta de líquidos debe ser constante y abundante.
Evita las bebidas alcohólicas, las gaseosas y las azucaradas. Lo mejor es beber agua, derivados lácteos y tomar mucha fruta fresca como el melón. Además de tener beneficios para el bebé, tú te sentirás mejor y limpiarás tu organismo de impurezas sin apenas darte cuenta.
3. Aprende a conservar tu leche.
No siempre tendrás la posibilidad de dar el pecho a tu niño, ya sea por cuestiones de trabajo o porque en un momento concreto no estás disponible. En esos casos es bueno contar con una reserva de leche, pero debes aprender a conservarla correctamente para que puedas utilizarla cuando la necesites.
Puedes extraer la leche de forma manual o con la ayuda de un sacaleches. Asegúrate de que todo está limpio y desinfectado y lava bien tus manos antes de realizar el procedimiento. Utiliza recipientes adecuados para la leche materna y refrigérala o congélala siguiendo las pautas adecuadas para no se estropee la leche.
4. Recurre a las pezoneras.
Si tienes dificultades para que el bebé se sujete correctamente al pezón puedes tener molestias y dolores severos. En estos casos puedes recurrir a las pezoneras de silicona, un recurso que ayuda a muchas madres a dar el pecho a sus hijos sin sufrir de grietas o inflamaciones graves.
Ten en cuenta que hay tres tamaños distintos en función del tamaño de tu pezón y que el proceso de amamantar puede prolongarse durante más tiempo, pero es un buen recurso a tener en cuenta cuando se experimentan dificultades con la lactancia, antes de rendirse y optar por otras formas de alimentación para tu hijo.
5. Sigue una alimentación balanceada.
Esto es básico para que tanto tú como tu hijo estén bien alimentados. Debes comer bien y de todo. Durante la lactancia tu cuerpo gastará más energía para producir la leche. Come 5 o 6 veces al día y sigue una alimentación completa.
También debes tomar las vitaminas necesarias para que la leche que produces sea más rica en nutrientes y tenga todo lo que tu bebé necesita para crecer sano. Consulta a tu médico para que te indique si debes tomar algún suplemento de vitaminas para complementar tu dieta.
Con estos cinco consejos básicos tendrás un buen punto de partida para empezar a amamantar a tu bebé. Con paciencia, perseverancia y contando con la asesoría adecuada, podrás dar el pecho a tu niño sin problemas, disfrutando de esos momentos tan especiales sin tener complicaciones.
Por María José Madarnás. Editora de Maternidad Fácil