Obviamente no podemos pretender volver a tener el abdomen plano de la noche a la mañana pero con paciencia y siguiendo ciertas rutinas tal vez en unos meses lo logres.
Hay dos elementos a tener en cuenta, la panza formada por el aumento de peso, que probablemente irá desapareciendo en el transcurso de la lactancia y la panza “flácida” que debe retomar su tonicidad con ejercicios.
Algunos consejos son:
Tratar de comer menos grasas y harinas, ya que el cuerpo de la mujer tiende a acumular grasa en esta zona.
Evita el alcohol, ya que tiende a provocar la retención de líquidos e inflaman el cuerpo y el vientre.
Trata de no estreñirte porque el colón se inflama y por ende la barriga.
Una vez cada 15 días trata de desintoxicar el cuerpo y desinflamar el colón comiendo un día pura fibra, fruta y mucha agua.
Toma mínimo 2 litros (8 vasos grandes) de agua natural purificada diario.
En cuanto a los ejercicios, puedes comenzar unos 20 días después del parto o 40 después de la cesárea pero sin exigirte demasiado. Si aún no tienes fuerzas para ir a un gimnasio, puedes hacer abdominales en tu casa al levantarte o antes de acostarte.
Si no hace mucho frío, salir a pasear con el bebé será beneficioso para ambos. Tú puedes hacer ejercicio caminando a un ritmo adecuado mientras él disfruta del aire libre.
Si te aburre hacer ejercicio sola, puedes combinar con alguna mamá que hayas conocido durante el curso de preparación para el parto: ambas pueden pasear a sus bebés realizando una caminata diaria de 30 minutos.
Y por último: ¡No te desesperes! Los resultados los empezarás a ver paulatinamente, pero si eres constante… en unos meses podrás decir: ¡Adiós barriga!
La foto fue tomada de: www.morguefile.com