Cómo afrontar esta etapa, las primeras salidas, las exigencias y los controles. Qué deberíamos hacer en la pre-adolescencia y en la adolescencia.
Entrevistamos a la Psic. Fanny Berger para que nos brinde algunas pautas acerca de cómo afrontar esta etapa, las primeras salidas, las exigencias y los controles. Una de sus sugerencias principales es no olvidar diferenciarnos, y que somos padres antes que amigos de nuestros hijos.
¿Por qué es una etapa tan difícil la pre-adolescencia para los hijos?
La pre-adolescencia sería a partir de los 11 o 12 años, aproximadamente. La principal dificultad es que es un cambio radical el que se da en el hijo. Es como un puente que debe cruzar: una lucha entre dejar de ser niño para empezar a ser adulto. La pre-adolescencia y la adolescencia son complicadas porque se quiere dejar de ser niño pero, a la vez, seguirlo siendo, y empezar a ser adulto, pero se teme serlo. Es la indecisión de “¿soy niño o soy adulto?”, “¿Quién soy?”.
¿Qué desafíos implica la pre-adolescencia para los padres?
Toda etapa es un desafío. Un problema actual que hay relacionado a esta etapa es la falta de autoridad en los padres. Los chicos a esta edad tienen una debilidad y una confusión interna. Esto lo demuestran rebelándose, contradiciendo a los padres. Entonces, el gran desafío al que se enfrentan los padres en esta edad es continuar siendo autoridad firme, figuras de apoyo y contención para sus hijos.
En los últimos años se está viendo que los padres sucumben mucho ante las demandas de los hijos. La definición de los roles no es tan clara porque a veces los hijos deben apoyar y ayudar a sus padres. Por ejemplo, sucede con la tecnología: el celular, la computadora; o también con el uso de la misma ropa en padres e hijos. Es el hijo quien le enseña al padre o a la madre, y esto a veces hace que se confundan los roles en la familia.
Otro de los desafíos es que se puede ser un padre moderno, pero nunca se debe olvidar que se es padre. Lo más importante es que los padres sean la autoridad. Por más que el hijo sepa utilizar Internet y los padres no, los padres saben otras cosas, pueden trasmitirles valores. Ellos deben contener y guiar, más allá de que se vistan modernos. Entonces una de las grandes dificultades es no olvidar la autoridad parental que se debe tener.
Lo que hoy está sucediendo es que los padres tratan de ser amigos de sus hijos. Eso es un error gravísimo. Tiene que haber una diferenciación. Antes una señora se vestía completamente diferente a su hija. Ahora, si se tienen las mismas medidas se puede usar la misma ropa, pero hay que tratar de evitar esto. Se puede utilizar ropa del mismo estilo, pero no la misma ropa que la hija o del hijo. Esto no sólo se aplica a la vestimenta; también se relaciona, entre tantas otras cosas, a los lugares a los que se sale a bailar, por ejemplo. Se debe prestar atención a estos detalles.
Entonces, hay muchos cambios desde que nosotros éramos chicos, pero no se debe olvidar cuáles son los roles: está la madre/padre o ambos, y el hijo o la hija. Uno puede ser moderno, pero no por eso igual a un hijo.
¿A qué conductas del hijo hay que estar atentos en la pre-adolescencia?
Es un tema amplio. Por ejemplo, cuando el hijo se porta mal: contesta, se rebela, miente, los padres se dan cuenta que sucede algo porque la actitud del hijo choca, molesta. Pero yo le diría a los padres que cuando el hijo está muy aislado, muy quejoso, muy callado y desganado, que también preste atención. Porque tal vez no los moleste a los padres de esta forma, pero las conductas de retraimiento son señales de que algo le sucede. Hay que tratar de estar atentos a los hijos y sus comportamientos y sentimientos: tanto cuando está bien como cuando no lo está.
¿Cómo manejar las primeras salidas de los hijos?
Lo principal es marcar presencia, pero no controlar al hijo. Se debe averiguar con quien va a salir, adonde, estar informados de lo que va a hacer y poner una hora límite de regreso pero, principalmente, se debe confiar en el hijo. A esa edad la confianza y los límites ya están dados de antes.
Hoy con el celular es más sencillo porque el hijo puede mandar un mensaje avisando cuándo llegará a su casa o dónde se encuentra. Aún así no se debe abusar de esto, no se debe acosar ni controlar al hijo. Se debe marcar presencia y aconsejarle para que sepa cuidarse de los verdaderos peligros, pero sin exagerarlos. Enseñarlo a divertirse sanamente y que sepa que frente a cualquier problema puede tomar un taxi y volver a casa, por ejemplo.
¿A qué edad deberían empezar a salir solos los hijos?
No hay una edad. Depende de la madurez del hijo y del lugar donde se viva. No es lo mismo salir en un barrio donde tenés varios sitios para salir cerca de tu casa que en uno donde todo te queda lejos. Por ejemplo, hay chicas que empiezan a salir a bailar recién a los 15 años, pero hay otras niñas que a los 13 ya van a matinés. Depende de cómo se den las cosas. Es como con los niños, algunos empiezan a hablar a los dos años y otros a los tres y medio. Depende del hijo y de su entorno.
Consejos para los padres durante la pre-adolescencia de sus hijos:
• Prestar atención a las conductas de los hijos. No sólo a los comportamientos disruptivos como lo son la agresividad, la mentira y el robo, sino también a los de retraimiento y aislamiento. Porque estos últimos son los que no se notan fácilmente, pero que es muy importante que se tengan en cuenta. Se debe prestar atención a toda conducta de los hijos.
• No descargarse con los hijos si se está enojado con la pareja o el ex. La madre o el padre deben tener su espacio para descargar la rabia, pero no descalificar al otro padre adelante del hijo.
• Cuando comience a salir, recomendarle qué hacer en ciertas situaciones, marcar presencia y averiguar donde estará y cuando volverá. Pero no se debe controlar al niño. En general, la sobreprotección genera efectos negativos en los hijos.
Entrevista realizada a la Psicóloga Gestáltica Fanny Berger | www.fannyberger.com | info@fannyberger.com