El Asma produce incapacidad de respirar correctamente. En niños, sus causas son variadas y pueden ir desde factores genéticos a condiciones ambientales.
Tener dificultad para respirar, silbidos o ruidos en el pecho son sus síntomas más característicos, así como también la falta de aire, tos seca por la noche o después de hacer ejercicio.
Cuando alguien se encuentra frente a una crisis, lo primero que debe tratar de hacer es mantener la calma, quedarse sentado con ropa que no sea apretada e inspirar por la nariz y exhalar lentamente el aire por la boca. Utiliza un inhalador y en caso de no mejorar, llamar a una emergencia. Si el niño presenta dificultades o infecciones respiratorias crónicas, consultar con su médico de cabecera.
Para entender un poco más sobre esta patología y cómo tratarla se puede ingresar en el sitio www.asma.com
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