¡¡¡Por fin!!! Después de 12 meses de trabajo agotador (dar el pecho, preparar el puré, cambiar los pañales y mucho, mucho más), llegó la hora de celebrar.

Un día especial para el niño, pero sobre todo para los papás. En este primer cumpleaños tu hijo se sentirá "centro", se dará cuenta de que algo especial sucede, pero sin comprender su significado. Por eso es importante que para que él pueda disfrutarlo, se lo "alborote" lo menos posible. Y para ello, es necesario una planificación adecuada.

Cumpleaños para grandes

Lo primero que hay que decidir es si se quiere hacer un cumpleaños para niños o uno para adultos. Esto es fundamental tenerlo claro de antemano, ya que las decisiones de día, horario, y hasta de comida, serán diferentes. Si en la familia o el grupo de amigos hay pocos niños y se decide por una celebración para adultos, donde se invitará a los amigos de los papás, abuelos, tíos padrinos, etc. puede elegirse cualquier día y lugar. Pero aún así, si el festejo va a ser fuera de la casa, será importante llevar algunos de sus juguetes para que se entretenga, elementos que le son cotidianos como mamadera y chupete y su cochecito por si le viene sueño. También es aconsejable que lo cuida habitualmente (en caso que no sean los padres) para que pueda estar con el niño o hacerlo dormir. Esto hará que los padres puedan atender más tranquilos a los invitados.

Cumpleaños para chicos

Si el niño ya va a guardería y se quiere invitar a los amiguitos o a otros niños como primos, vecinos, etc. los factores a tener en cuenta son: Elegir un horario en que el niño habitualmente esté despierto y alegre. (Ejemplo: si suele dormir una siesta en la mañana de 11:00 a 12:00 se puede invitar 12:30, si duerme la siesta de 15:00 a 17:00, invitar 17:30) Esto nos asegurará que esté descansado y con ganas de jugar. Si la fiesta se va a realizar en la casa, tener en cuenta que en lugar de un torbellino habrán 15 y es fundamental que no tengan acceso a zonas peligrosas como balcones, botiquines de remedios, cuchillos, etc. Si se va a contratar entretenimiento, averiguar que sea adecuada para niños pequeños, preguntando por ejemplo si vienen disfrazados (los payasos pueden resultarnos muy simpáticos a nosotros, pero asustar al cumpleañero!).

Cualquiera de las dos opciones que se elijan, lo importante es pensar que es un momento para disfrutar y que no debe poner tensos a los papás ni al bebé. Suerte y… ¡a soplar las velitas!

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