Les da seguridad, satisfacción, placer, les quita la ansiedad… A algunos les encanta, a otros no tanto, otros definitivamente lo rechazan.

La opinión de muchos obstetras, pediatras y sicólogos es que lo necesitan y que succionar es beneficioso siempre que no cree una depencia pasados los dos años de edad. Es común ver en una ecografía al bebé chupándose el pulgar. Ese reflejo de succión es un entrenamiento para luego, fuera del útero, poder alimentarse.

DAR DE MAMAR Y UTILIZAR CHUPETE

No son prácticas contradictorias. No es real que el bebé que chupa chupete, deja de mamar. Es más, el chupete no sólo favorece la succión, sino que además ayuda a elminar tensiones. Pero…….para ofrecer el famoso chupete al bebé, habría que esperar a que la lactancia esté bien establecida. Es decir, no dárselo hasta que aprenda a prenderse al pecho y succionar correctamente.

¿¿POR QUÉ NECESITAN EL CHUPETE???

Es un sedante natural para aquel niño que está angustiado, ansioso o temeroso. No debemos esperar a que esté llorando en forma rabiosa para ofrecerlo, porque entonces no cumplirá su función de tranquilizarlo.

Si no es el chupete, él se procurara cualquir objeto que esté a su alcance para chupar (trapito,sabanita,dedo,teta….)

Muchos odontólogos están de acuerdo en que chupar chupete favorece el desarrollo de los músculos masticadores y también prepara las encías para la erupción dental. El reflejo de succión desaparece cuando comienza la masticación. Por eso, cuando el niño inicie su alimentación complementaria, ya no lo necesitará, siendo éste un buen momento para retirarlo definitivamente.

Si no se hace de esta manera, entonces tendremos en acción la parte negativa del chupete: deformación del paladar, alteración de la erupción dental, pudiendo hasta llegar a defectos en la mordida. Otro aspecto negativo del chupete es cuando lo mojan en miel o azúcar, lo que además de favorecer la aparición de caries, quita el apetito.

El Dr. Paulino Castells, en su Guía práctica de la salud y sicología del niño, nos dice que: “succionar constituye una actividad gratificante para el niño y le reporta un placer, por lo tanto si se desea suprimir este placer, debe reemplazarse por otro, por ejemplo, ofrecerle otras actividades que le diviertan y gratifiquen, premiándole y reforzándole la no-succión”.

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