La extracción de leche es una solución tanto para las mamás que trabajan y quieren continuar con la lactancia como para las ocasiones en que la mamá tiene una fiesta o por algún otro motivo debe ausentarse por unas cuantas horas.

La extracción de leche es una solución tanto para las mamás que trabajan y quieren continuar con la lactancia como para las ocasiones en que la mamá tiene una fiesta o por algún otro motivo debe ausentarse por unas cuantas horas.

Por suerte ahora hay equipos de extracción de leche que pueden ayudar a cumplir ese objetivo más fácilmente. Básicamente hay dos tipos de extractores: los manuales y los eléctricos. Los manuales son mucho más económicos pero la tarea para la madre es mucho más dificultosa ya que es ella misma quien debe hacer el ejercicio de succión para extraer la leche. En cuanto a los eléctricos, existen dos criterios para seleccionarlos: el número de ciclos por minuto, y la fuerza de la succión. Estos dos factores afectan la cantidad de leche que se obtiene, que tanto tiempo llevará la tarea y que tan cómoda se sentirá la madre al estar extrayendo la leche.

Un bebé succiona entre 40 y 60 veces por minuto. Cada succión se puede comparar con el ciclo del extractor. Los extractores eléctricos que usan los hospitales (y que se pueden obtener para alquilar) automáticamente ofrecen 50 ciclos por minuto. Estos extractores automáticamente imitan el ritmo de succión del niño: succión, soltar, relajar. Extractores no automáticos tienen una válvula o botón que uno regula con el dedo para soltar la succión y así completar un ciclo. Sin embargo, la mayoría de estos extractores no automáticos, tienen motores mucho más pequeños que los extractores que se alquilan y puede que solo tengan de 6 a 8 ciclos por minuto (uno puede hacer el experimento con un globo). Este tipo de extractores sostienen el pezón más tiempo que lo que normalmente se ve si es el bebé el que succiona. Estos extractores a menudo crean dolor que hace que sea difícil que la madre aprenda a relajarse. Cuando esto sucede, ella puede que tenga dificultades en que le baje la leche y por tanto no se obtiene mucha leche.

En estos casos es común que las madres piensan que su leche se les está yendo y por tanto dejan de amamantar, cuando en realidad todo lo que necesitaban era un extractor diferente. El segundo criterio es la fuerza de la succión que también permitirá extraer la misma cantidad de leche en más o menos tiempo. Obviamente la decisión para adquirir uno por un tema económico pero también por las necesidades, según la cantidad de horas que la madre esté fuera. Si necesita sacarse leche dos o tres veces al día, tal vez lo ideal sea un extractor eléctrico o incluso un equipo para extracción doble (que saca la leche de ambos senos al mismo tiempo). Con estos extractores terminaría de sacarse la leche en 8 o 10 minutos. Si la necesidad es sacarse leche una vez al día, probablemente alcanza con un extractor más pequeño, por ejemplo de 35 ciclos por minuto, lo que toma unos 15 minutos por lado. Para extracción de leche en forma ocasional, alcanza con uno manual.

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