Si bien muchas veces los papás no somos conscientes de la importancia del deporte en edades tempranas… después de esta nota esperamos revertir esa idea.

Las actividades deportivas fomentan el desarrollo físico, psicológico y social. Además de colaborar en el desarrollo de la capacidad de toma de decisiones y el autoestima. 

El deporte no sólo es un espacio en donde el bebé o niño disfruta de una experiencia agradable, sino que brinda la posibilidad de adquirir destrezas específicas.

Desde que nuestro hijo es bebé hasta los tres años aproximadamente, todo lo que esté a su alcance le llamará la atención. Es por este motivo que es importante que sepamos que cuánto más lo estimulemos más posibilidades de desempeñarse en el mundo que lo rodea tendrá. 

Uno de los espacios que el bebé y sus padres podrán utilizar para jugar y disfrutar es el baño. A medida que crezca, el niño podrá ir realizando nuevas actividades, por ejemplo: a los 3 años ya va a poder desempeñarse en pequeñas carreras. 

El objetivo de la práctica deportiva entre los 3 y 6 años es estimular la percepción sensorial, la coordinación motriz y el sentido del ritmo. A esta edad se debe fomentar, sobre todo, la agilidad y flexibilidad del organismo. Los ejercicios deportivos que deberíamos estimular a realizar son: marchar, saltar, trepar, jugar, hamacarse, subirse a objetos de ruedas (primero en triciclo, después la bicicleta y por último los patines) y danzar. Para desarrollar la agilidad, los juegos de pelota son una de las actividades más recomendadas.

La educación física en la edad de 6 a 12 años, es una parte esencial en la educación general, cuyo fin es conseguir un desarrollo armónico y el bienestar de la salud. Las prácticas deportivas adecuadas a estas edades son: natación, ejercicios gimnásticos, juegos con pelotas, patinaje y ciclismo. Deben excluirse los deportes que requieran un desarrollo excesivo de la fuerza física. Esta época es un buen momento también, para desarrollar los juegos de puntería, de coordinación en los que la mente y cuerpo están relacionados a través de cambios rápidos, como el karate y juegos de convivencia por medio de competiciones en equipos. 

Si bien es fundamental que sean ellos los que decidan libremente qué es lo que quieren hacer, independientemente de los deseos o expectativas de los padres, se les debería aconsejar que practiquen más de un deporte. Un niño sano puede practicar cualquier deporte!

Siempre será importante que consultemos la opinión de un profesor de educación física o entrenador profesional; así como cumplir con las edades mínimas que imponen las asociaciones deportivas. 

El deporte es la herramienta más segura y eficiente para el adecuado desarrollo físico e intelectual de nuestros chicos. Además, permite estructurar la personalidad con base en experiencias y roles asumidos durante su práctica. Esto se traduce en patrones de conducta sólidos, dinámicos y compatibles con la sociedad contemporánea.

Luego de todos estos argumentos: ¿quedan dudas acerca de la importancia del deporte?? 

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