El masaje es la terapia por el tacto y seguramente es la terapia más antigua de la humanidad…

El masaje es la terapia por el tacto y seguramente es la terapia más antigua de la humanidad…

Los masajes para bebés tienen por objetivo mejorar la relación entre padres e hijos en un momento en que aún las palabras no tienen sentido.

Se establece un vínculo, por el tacto, por la vista, por el olfato que benifician orgánicamente al bebé ayudándole a relajarse, a tonficar su musculatura, a evolucionar más rápidamente en la adquisión de posturas y movimientos propios de su desarrollo.

Este vínculo con los padres hace bebés más seguros y equilibrados al sentirse más queridos y protegidos. En caso que sea la mamá la que los practica, le ayudará a comprender mejor a su bebé y sentirse más segura en su rol de madre. El bebé en su vida intrauterina está sometido especialmente a sensaciones tactiles al flotar y moverse en un líquido tibio, escucha los latidos del cordón umbilical y se mueve hasta los límites que le impone la placenta.

La vida extrauterina, incluso en los casos de partos más fáciles, significan un trauma para el bebé, siente el frío del ambiente, pasa a un medio seco, se le colocan las ropitas que tal vez no le resulten tan cómodas, cambia su forma de respiración y de alimentación. Además es colocado en una cunita donde se espera que permanezca todo el día excepto para comer e higienizarlo.

La madre a su vez extraña el cambio de situación, antes sabía que estaba todo solucionado y ahora depende mayormente de ella crear el confort a su bebé.

Las sesiones de masajes son de algún modo una continuación del vínculo intrauterino y más adelante una muy buena forma de comunicación.

Asimismo, estos pueden ser realizados por el papá que muchas veces se siente excluído de la relación, madre – hijo.

PREMATUROS, ENFERMOS

La doctora Pediatra y fisioterapeuta Eva Reich descubrió en su pasaje por los CTI INFANTILES que los recién nacidos con problemas, respondían mejor si eran acariciados y masajeados además de recibir los tratamientos rutinarios y pensó que bien se sentiría la madre que ha dado a luz y no puede tener su bebé a su lado si le permiten pasar a masajearlo dos veces por día.

Técnicas:

El Dr. Frederck Leboyer aprendió de las madres de la India su método de masajear a sus bebés y lo declaró tan importante como la leche y creó toda una metodología que llegó a declarar “más importante que la propia alimentación”. Su método se llama Shantala en homenaje a la primera madre que logró practicarlo. 

El masaje lo hacen los padres en forma casi instintiva, aprendiendo lo que a su bebé le gusta y le disgusta. La persona que lo hace, debe mirar a su bebé en los ojos y será corresopndido, ambos sienten el olor de sus cuerpos pero el vínculo mayor es por supuesto por la piel.

Se aconseja manejarlo como un ritual, que se realiza siempre a la misma hora, generalmente luego del baño aprovechando que el bebé está desnudo, se aconseja preguntarle si quiere recibir el masaje y saludarlo al terminar.

Los primeros días serán apenas caricias, que pueden ir acompañadas de palabras o canciones de cuna, para ir luego aumentando de intensidad hasta que a cierta edad el niño responde como a un juego.

Se recomienda iniciar lo antes posible, generalmente se espera a la caída del cordón umbilical y su cicatrización con el primer baño.

De todos modos se puede comenzar con la cabecita, la espalda y los miembros.

Debe estar desnudo, aunque si hace mucho frío, se puede hacer a través de la batita de nansú. 

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