Ema Etel Bottaro vive en Rivera, Uruguay. Tiene tres hijas: Ana Beatríz de 51 años, Silvia Etel y Silvia Raquel, gemelas de 47 años de edad.
En esta entrevista nos contó sobre su experiencia de ser madre de gemelas en esa época tan diferente a la actual. Cuenta que no hay que asustarse porque los gemelos o mellizos dan más trabajo ya que la recompensa de haberlos criado juntos y con mucho amor es mayor.
1. Era una época muy diferente, ¿cuándo y cómo te enteraste que estabas embarazada de gemelas?
Sí, era una época muy diferente a la actual. En ese tiempo no habían algunos adelantos que tenemos actualmente, como las ecografías y los pañales descartables. Me enteré que eran gemelas cuando nació la segunda niña, aunque siempre desconfiábamos que iba a ser un parto difícil por el tamaño de mi vientre. Le preguntaba al doctor y él me respondía que tenía mucho líquido. Cuando nació la primera, a los seis minutos creyendo que era la placenta, nació la segunda con gran asombro del doctor y de la enfermera. Él me comunicó la llegada de otra niña. ¡Con gran alegría! Así fue la sorpresa de la llegada de las dos gemelas.
2. ¿Qué cambios ves hoy en día?
Los cambios que veo hoy en día, son los ya nombrados anteriormente, los pañales descartables son de una ayuda sorprendente. En ese tiempo se usaban pañales Johnson, más otro más grueso. En invierno cuando llovía o estaba húmedo díficultaba los secados de pañales por no haber en esa época secadores eléctricos, se secaban en las estufas a leña.
3. ¿Cómo eligieron los nombres?
Los nombres de la primera niña ya lo habíamos elegido y el de la segunda niña se lo puso la madrina, porque yo estaba anestesiada, y luego le dije que el nombre elegido por ella era muy lindo.
4. ¿Quién te ayudaba con el cuidado de tus hijas?
Me ayudaba con el cuidado de las niñas una señora que trabajaba en casa permanente. Por la noche mi esposo hacía lo posible por ayudarme. También las madrinas de ellas y alguna amiga. No daban mucho trabajo, todo se iba haciendo con mucha dedicación por la falta de experiencia de hacer todo doble.
5. ¿Pudiste conservar tu trabajo?
Sí, pude conservar muy bien mi trabajo. Era maestra rural, con horario desde las 9 y 45 hasta las 15 horas. Quedaban ellas en casa con la empleada y mi esposo vigilaba, porque trabajaba al lado.
6. ¿Cómo era la conducta de la hermana mayor cuando llegaron las hermanas gemelas?
Ana 4 añitos tenía, sentía celos, porque de ser hija única pasó a tener dos hermanas de golpe, y eso ella no lo esperaba, así que tuvimos que atenderla más. Cuando yo atendía a las gemelas el padre la llevaba a pasear en moto o en auto o jugaba mucho con las chicas de al lado que eran de su misma edad.
7. En la escuela, ¿las gemelas estaban en la misma clase?
Sí, ellas los primeros años estaban juntas, pero después las separamos. En secundaria también las separamos, por un mejor rendimiento de ambas.
8. ¿Cómo es un día común de una madre de gemelas?
El día a día de una madre de gemelas es igual que el día de una madre con uno solo. Los cuidados son iguales como todo bebé, la alimentación, la higiene, los baños, se hacen juntos a la misma hora. La ropa debe ser doble. Como todo es a la misma hora se hace sin sentir que son dos.
9. ¿Algún consejo que quieras dejarnos?
Mi consejo a las madres que van a tener gemelos o mellizos, es decirles que es una gran alegría tener dos o tres juntos. No hay que asustarse porque es un poquito más de trabajo. Con la recompensa de haberlos criados juntos y con mucho amor, no se siente ese trabajo.