¡Faltan aproximadamente 258 días para conocer a tu bebé!
Esta semana se formará el embrión. Tu futuro bebé se llama embrión a partir del momento en que la esfera de células quedó implantada en el útero. Esto significa que se sitúa y se adhiere a la mucosa uterina. Se hace como un hueco dentro de esta mucosa hasta que por encima de él, los tejidos se unen y queda completamente rodeado por esta mucosa. A partir de este momento el crecimiento del embrión es muy rápido. Se originará el saco vitelino que es la estructura que dará lugar al aparato digestivo del futuro bebé. Aunque aún no sepas que estás embarazada, tal vez comiences a experimentar náuseas. No hay certeza acerca de las causas. La mayor parte de la bibliografía asegura que se debe a un rechazo inconsciente de la mamá al embarazo o a una adaptación de su cuerpo al mismo. Y es que aquí también tiene que ver el aumento en la actividad hormonal del inicio del embarazo. Éstas pueden durar hasta la 12ª o 13ª semana o, en muy contadas ocasiones, prolongarse hasta el momento del parto. El cansancio, el estrés y una dieta pobre en vitaminas, minerales e hidratos de carbono puede dar lugar a náuseas más intensas. Si bien las náuseas son normales, si llegás a experimentar vómitos prolongados o excesivos, deberás tomar medidas especiales, ya que se convierten en un peligro potencial debido al riesgo de una deshidratación grave que incrementa el vómito y provoca falla renal. Esta segunda semana aparecerán las vellosidades coriónicas: el tejido que tapiza la placenta a partir del cual pueden obtenerse muestras si tu ginecólogo decide llevar a cabo una prueba denominada muestreo de las vellosidades coriónicas. Éste es un diagnóstico que se utiliza para evaluar la salud y el bienestar del bebé durante el primer trimestre. ¿Cuál será el sexo de mi bebé? Esta será una de las primeras preguntas que te harás al enterarte que estás embarazada. Y aunque faltan unas cuántas semanas para que lo sepas, el sexo ya está determinado desde el momento de la fecundación, en base al cromosoma sexual del espermatozoide, que puede ser X o Y. Si es Y nacerá un varoncito y si es X nacerá una niña. Esto es lo que puede variar, ya que el cromosoma sexual del óvulo, siempre es X.