Faltan aproximadamente 62 días para conocer a tu bebé!
Si tu hijo es varón, entre esta semana y el día del parto, descenderán por completo sus testículos. A esta altura, la pupila de tu bebé comienza a responder a la intensidad de la luz, dilatándose en condiciones de poca luz y contrayéndose con luz más intensa. Esta actividad es automática y se denomina “reflejo pupilar a la luz”. A partir de esta semana las falsas contracciones uterinas llamadas “contracciones de Braxton-Hicks”, serán más frecuentes. De todos modos no te alarmes porque no son dolorosas. Atención: Las hormonas circulantes que preparan a tus glándulas mamarias para la producción de leche también son las responsables del aumento de tamaño de las mamas de tu bebé. Incluso, tal vez puedas percibir que al nacer tu bebé presenta un poco de secreción láctea por el pezón llamada “leche de brujas”. No temas, es normal y se normalizará. Tal vez notes que tus pezones segregan un líquido amarillento: el calostro. Éste será el primer alimento natural de tu bebé: muy nutritivo y rico en anticuerpos. Una de las decisiones a tomar en esta etapa, si es que tenés la posibilidad, es si te atenderás el parto con el médico de puerta o con el ginecólogo con quien te has atendido durante el embarazo. Con cualquiera de las dos opciones puedes tener excelentes resultados si es que estás tranquila con la decisión tomada. Más que capacidad técnica que seguramente todos los profesionales poseen, depende la seguridad y confianza que deposites en ellos y cómo se va desenvolviendo el trabajo de parto. Si las posibilidades económicas te lo permiten, es probable que te sientas más cómoda con quien te acompañó durante los nueve meses. De lo contrario, deposita tu confianza en el médico que esté en la maternidad y no dudes en plantearle tus inquietudes. Además, más allá del médico ginecólogo, en la maternidad estarán presentes una o varias enfermeras y parteras para ayudarte en lo que necesites.