El embarazo es sinónimo de cambios. Nuestra piel, que sufre y pide a gritos atención especial durante esta etapa.
Uno de los temas en los que las embarazadas ocupan su tiempo –y si no lo hacen, deberían hacerlo- es en combatir las estrías. Se Está todo el tiempo probando cremas nuevas para ver si pueden evitar que aparezcan en alguna parte de su cuerpo. A no engañarnos mujeres, “las estrías afectan al 90 % de las mujeres embarazadas”, dice la dermatóloga.
Así que formar parte de ese 10% que queda afuera, es una lucha diaria y constante. Sin embargo, no hay que rendirse, hay algunas cosas que podemos tener en cuenta para prevenirlas. Sin embargo, para prevenir hay que conocer un poco más.
¿Qué son?
Las estrías son el resultado del rompimiento de las fibras elásticas de la piel, que cuando se estiran mucho se desgarran creando marcas. Las estrías básicamente son el reflejo de la separación de la piel. Es verdad que la piel es muy elástica y puede tolerar el estiramiento –aunque sea grande– pero tiene un límite. Cuando el estiramiento alcanza las capas profundas de la piel allí es cuando se rompe y esta ruptura pude ser vista en las capas exteriores.
¿Causas?
“El origen de las estrías es múltiple”, afirma la especialista. Una de ellas tiene que ver con los cambios vertiginosos de peso (por eso es que suelen aparecer durante el embarazo). La herencia familiar también influye (si la madre tiene estrías, seguramente las tendrán sus hijas).
Está comprobado que las personas de descendencia africana tienden a tener menos, es por eso que el grupo étnico también interviene. Para la dermatóloga “la presencia de alteraciones en la secreción de ciertas enzimas como el cortisol” también contribuye a la formación de estrías.
¿Cómo lucen?
Las estrías son lesiones imborrables, lineales o curvilíneas que miden de 2 cm o más de longitud. Larre Borges dice que “varían de color según hace cuánto tiempo han aparecido: las más recientes son violáceas y a medida que pasa el tiempo se tornan nacaradas. Atraviesan varias fases, la primera no tiene manifestaciones visibles, la segunda donde se ven violáceas es debida a un intento de regeneración de la piel y la última a un proceso de cicatrización. Aparecen entre el sexto y noveno mes de embarazo en mamas, muslo y abdomen. Luego se tornan definitivas”.
Las estrías suelen aparecer también en la cadera, nalgas y brazos. Si bien las estrías se atenúan con el tiempo, nunca desaparecen totalmente y la única alternativa para no padecerlas es prevenirlas.
Larre Borges recomienda una hidratación correcta, sobre todo “de las zonas proclives a desarrollarlas, aunque esto tiene pocos efectos beneficiosos si los factores que las causan son muy intensos”, afirma.
Hidratarse tiene que ser una práctica habitual siempre y más durante el embarazo. En etapa es mejor hacerlo dos veces al día y el mejor momento es después de la ducha para lograr una mejor absorción. La crema anti-estrías es recomendable utilizarla desde los primeros meses y hasta el final de la gestación, aunque no viene mal aplicarla por un tiempo más. Así que, si están pensando en ser madres, tienen que empezar a ocuparse de cuidar su piel y una de las primeras acciones será hidratarse regularmente. Y si ya llevan unos meses de embarazo y todavía no se están ocupando de evitar las estrías, es momento de que piensen en hacerlo.