La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel, que se desencadena por diversos factores precipitantes, sobre un paciente con predisposición genética.
Afecta al 15 a 20% de los escolares y a un 2 a 3% de los adultos; siendo dos veces más frecuente en población femenina. El 65% se inicia antes del primer año de vida, y un 50 a 70% lo resuelve durante la adolescencia.
Síntomas:
Eczema (irritación, costra) alérgico a diversas sustancias como el metal, los cosméticos, los guantes, etc. Eczemas seborreicos que aparecen en las áreas más grasientas de la cara.
Causas:
La cara es la zona que se afecta inicialmente y posteriormente se afectan los pliegues (brazos, rodillas y cuello) manos y los pies. En ocasiones aparecen placas rojas en toda la piel.
Las lesiones causan mucha picazón, exudación de líquido y formación de costras que suelen estar localizadas en la cara y cuero cabelludo si bien pueden aparecer en cualquier lugar. En el intento de disminuir la picazón de los niños suelen rascar la cara y cabeza con las almohadas y mantas. Generalmente son niños que lloran bastante, especialmente por la noche. La mayor parte de los niños mejoran mucho de la enfermedad antes de los dos años. Existen actualmente tratamientos que pueden mejorar la enfermedad antes de que ésta se solucione espontáneamente. En los años posteriores las lesiones suelen hacerse más secas y generalmente descamativas, afectando principalmente a los pliegues de delante del codo, detrás de la rodilla, en la cara, cuello y tórax superior. Si bien estas son las localizaciones más frecuentes pueden encontrarse en otras muchas localizaciones. En los adultos se afectan con más frecuencia la cara y las manos. El diagnóstico de esta entidad es clínico en base a las características, distribución y evolución del eczema. En raras ocasiones está justificado realizar pruebas diagnósticas para valorar a los pacientes.
Tratamiento:
Los niños con Eczema Atópico tienen la piel muy sensible. Por ello, es conveniente evitar los estímulos irritantes. Así, evitarán que la ropa que le toque la piel sea de lana o fibras sintéticas. Será siempre de algodón o seda. Por ello, por ejemplo, debajo de los pantalones le pueden poner un pijama de algodón, o forrar la ropa con lienzo de algodón.
La ropa se lavará con jabón NO detergente (por ejemplo, jabón de pastilla, jabón para ropas delicadas, etc.). Puede usarse lavadora. No utilizar hipoclorito. Enjuagar la ropa muy bien para evitar restos de jabón.
En la alimentación, no ingerir picantes o alimentos muy especiados o condimentados.
Evitar los cambios bruscos de temperatura, así como ambientes excesivamente caldeados, o excesivamente fríos. La sudoración suele acentuar el eczema. Por ello, es conveniente mantener en la casa una temperatura ambiente equilibrada. Evitar abrigarlo en exceso. Controlar el ejercicio excesivo, que provoque una sudoración asimismo excesiva. El estrés puede también contribuir al agravamiento del problema. Procurar evitar situaciones que induzcan ansiedad o estrés. Los climas excesivamente secos suelen ser perjudiciales. Los baños con agua de mar suelen ser muy beneficiosos.
En todo lo relativo a productos específicos (cremas o pomadas de Corticoides o Inmunomoduladores, Antibióticos tópicos u orales, Antihistamínicos orales, etc.) en cada niño puede ser conveniente un medicamento particular, por lo que debe ser prescrito por el médico.