La apendicitis es la inflamación del apéndice vermicular, un pequeño órgano que se halla al principio del colon ascendente.
Síntomas:
Clásicamente, el primer síntoma es el dolor alrededor del ombligo. Este dolor inicialmente puede ser vago, pero cada vez se vuelve más agudo y severo. Es posible que se presente pérdida del apetito, náuseas, vómitos y fiebre baja.
A medida que se incrementa la inflamación en el apéndice, el dolor tiende a irradiarse a la parte derecha inferior del abdomen y se concentra directamente sobre el apéndice en un lugar llamado el punto de Mc Burney.
Si se presenta ruptura del apéndice, el dolor puede disminuir brevemente y la persona puede sentirse mejor; sin embargo, una vez que la peritonitis comienza, el dolor empeora y la persona resulta más enferma.
El dolor abdominal puede empeorar al caminar o toser y es posible que la persona prefiera quedarse quieta debido a que los movimientos súbitos le causan dolor.
Causas:
El apéndice es un órgano del tamaño de un dedo que está adosado al intestino grueso en la parte inferior derecha del abdomen. El interior del apéndice es una especie de callejón sin salida que generalmente conecta con el intestino grueso. Cuando la salida al intestino grueso se obstruye, el apéndice se hincha y es fácil que se infecte con las bacterias contenidas en las heces.
Tratamiento:
Llame al pediatra inmediatamente si sospecha que su hijo tiene apendicitis. Cuanto antes se detecta una apendicitis, más fácil resulta su tratamiento.
Si la apendicitis no se trata, el apéndice inflamado se puede reventar al cabo de 24 a 72 horas de la aparición de los síntomas. Si el apéndice se revienta, el dolor se puede extender por todo el abdomen y la fiebre del niño puede subir considerablemente, alcanzando los 40º C.
La apendicitis se trata extirpando el apéndice inflamado mediante una apendicectomía. Los cirujanos pueden hacer una incisión tradicional en el abdomen o bien utilizar un pequeño instrumento denominado laparoscopio que permite hacer un orificio bastante menor en el abdomen. La apendicectomía suele requerir de dos a tres días de internación hospitalaria.
Antes y después de la intervención quirúrgica, la administración de líquidos y antibióticos por vía intravenosa (VI) ayuda a prevenir posibles complicaciones y a reducir el riesgo de que la herida se infecte tras la intervención. Su hijo también recibirá analgésicos (medicamentos para aliviar el dolor).
Si un apéndice infectado revienta, también deberá extirparse quirúrgicamente, pero es posible que la intervención requiera un internamiento hospitalario más prolongado para que los antibióticos puedan eliminar todas las bacterias que se hayan extendido por el cuerpo del paciente.