Esta es una enfermedad que se caracteriza especialmente por la estrechez que presenta el píloro (válvula que permite el paso del alimento al intestino).

Esta función tan importante permite que los alimentos recién ingeridos sean digeridos por el estómago al evitar que éstos, por efecto de la gravedad, pasen prematuramente al intestino. Cuando el proceso de digestión gástrica ha finalizado, el píloro se abre dejando pasar los alimentos hacia el intestino donde tendrá lugar otro tipo de digestión. 

En esta enfermedad el píloro se hace muy estrecho de modo que, aún estando abierto, el alimento digerido no pasa a través de él o lo hace muy difícilmente. Esto provocará el acumulo de alimento y, consecuentemente, el vómito.

Síntomas:

El recién nacido vomita excesivamente, especialmente a partir de los 15 días de su nacimiento y dentro de los 3 primeros meses. Cuando el pequeño padece estenosis hipertrófica de píloro sus vómitos comienzan distanciados y con poca fuerza, pero a medida que avanzan los días, son más frecuentes y con más fuerza.

Causas:

La hipertrofia que origina un estrechamiento progresivo del píloro tiene un origen desconocido, si bien, se han invocado varios orígenes:

– Hereditario: Algunos casos responden a esta causa habiéndose establecido una transmisión “ligada al sexo”, es decir, procedente de una mutación del cromosoma sexual X (del padre o, más frecuentemente, de la madre). Podrá asegurarse esta causa si existen antecedentes en la familia.

– Exceso de una sustancia en sangre llamada Gastrina. Se trata de una sustancia encargada de estimular la secreción de ácido en estómago que, en algunos casos de EHP, se ha visto anormalmente incrementada en la sangre de la madre o del propio feto. Dicho exceso se ha relacionado con un importante estrés durante el embarazo y en personas del grupo sanguíneo B. 

Tratamiento:

El tratamiento es urgente y quirúrgico. Inicialmente el niño se deja a dieta, se aportan líquidos mediante un goteo y se extrae el contenido del estómago por sonda. Posteriormente se procede a operar al niño para llegar a estómago y ensanchar el píloro.

La técnica quirúrgica que ensancha el píloro es definitiva y tremendamente efectiva (de hecho salva la vida del niño) aunque pueden aparecer, rara vez, complicaciones.

Deja un comentario