Es una hinchazón y acumulación de moco en las vías aéreas más pequeñas en los pulmones (bronquiolos), por lo general debido a una infección viral. Para prevenir esta enfermedad en bebés y niños, los pediatras hacen hincapié en la lactancia materna prolongada por la transferencia de anticuerpos protectores.
Síntomas:
La bronquiolitis comienza con un catarro común con tos y mocos, pero después afecta a los bronquiolos y provoca dificultades respiratorias al niño.
El niño se pone pálido y lánguido, aumenta su temperatura y respira con mucha dificultad (el esfuerzo que realiza al expulsar el aire que ha entrado en los pulmones le provoca una ligera hinchazón de tórax).
Causas:
Es una infección de los bronquios causada por varias clases de virus, por tanto, es altamente contagiosa. El virus que causa esta enfermedad frecuentemente es el llamado Virus Respiratorio Sincitial (VRS), que causa esta infección en el 75 por ciento de las veces. Produce un cuadro catarral inicial y, poco tiempo después, desciende hasta los pulmones dañando a los bronquios y bronquiolos (los conductos más pequeños de la vía aérea). Se dice que solo afecta a niños de menos de dos años porque en ellos la parte terminal de los bronquios es lo suficientemente pequeña como para obstruirse en presencia de inflamación, impidiéndose el paso adecuado del aire.
Tratamiento:
Algunas veces, no se requiere tratamiento alguno. Los antibióticos no son efectivos contra las infecciones virales. La mayoría de los medicamentos no ayuda a tratar la bronquiolitis. La terapia complementaria puede incluir: Beber mucho líquido (la leche materna o la leche artificial son perfectas para niños menores de un año), aspirar secreciones nasales, oxigenoterapia y broncodilatadores en casos más graves. No permitir que alguien fume en la casa, el auto o cualquier lugar cercano a su hijo.