La faringitis aguda, también conocida como angina o amigdalitis, es la inflamación de la faringe. Es una enfermedad muy común en los niños, principalmente en los meses de invierno y primavera.
La faringitis puede ser de tipo viral o bacteriana. La de origen viral es la más común, principalmente en niños menores de tres años, pudiendo ser originada por distintos virus como el de la gripe. Este tipo de faringitis suele presentarse durante los picos de infecciones virales, otoño e invierno.
Síntomas:
Dolor y picazón de garganta, decaimiento, falta de apetito, tos seca y en algunos casos fiebre, malestar general y ganglios inflamados. También pueden observarse placas blancas en las amígdalas y seer indistinguibles de las faringitis bacterianas.
Causas:
Aunque puede estar provocada por unos 10 tipos de virus, el estreptococo es la bacteria que provoca faringitis con más frecuencia. La faringitis estreptococócica suele durar unos 3-4 días y, normalmente, requiere antibiótico. En cambio, el antibiótico resulta innecesario si la faringitis es de origen viral.
Al tratarse de una enfermedad infecciosa que se transmite por la secreción nasal y la saliva, suele contagiarse fácilmente entre compañeros del grupo escolar o miembros de una misma familia.
Tratamiento:
Para la faringitis de origen bacteriano, el pediatra indicará tratamiento con antibiótico con penicilina o amoxicilina, el cual acortará la duración de los síntomas y del período de contagio. El tratamiento con antibióticos debe seguirse tal como lo indica el especialista, tanto en la cantidad de días como en la cantidad de fármaco; sobre todo porque puede prevenir una complicación llamada fiebre reumática.
El tratamiento de la faringitis del tipo viral consiste en tomar analgésicos, ingerir cremas y helados o comidas suaves y refrescantes, y muchos líquidos.