Zapatos debajo de la cama, piezas de juegos en las cacerolas, rompecabezas incompletos, marcadores sin tapa, libros en el baño… aunque ésta sea la situación actual de tu casa: TIENE SOLUCION !!!

Para enseñar a tu hijo el hábito del orden, antes que nada, debes estar convencida de su importancia. El orden es un hábito base para muchos otros. Gracias a él podemos organizar mejor el tiempo y las ideas, y sacamos mayor partido a lo que vemos y aprendemos… Lo que enseñamos a un niño es más bien el orden material, pero eso es tan solo un primer paso. Cuando crezca, le ayudará a mantener en orden su cabeza y a ser más eficaz en todo lo que se proponga. A organizarse se aprende desde pequeño. No se improvisa.

Un niño que se habitúa a vivir en el caos, cuando crezca tendrá más dificultad para elaborar un informe estructurado en su empresa o incluso para establecer sus propias prioridades en la vida.

Además, los niños son los primeros que quieren aprender a vivir el orden. Quizá es complicado acostumbrarlos a ordenar sus juguetes pero es fácil notar que se sienten más cómodos y seguros cuando "controlan" las situaciones. Los niños requieren estabilidad, saber cual es el sitio para cada cosa y lo que va a ocurrir enseguida. Conocerlo es fundamental para su desarrollo psíquico y emocional. 

Una forma concreta de ayudarles será cumplir los horarios de comidas, sus horas de sueño y paseo, el baño, etc. Y además, por supuesto, enseñarles con el ejemplo. De nada sirve pedirle que guarde sus zapatos en el ropero o que tire un papel a la basura, si ve que sus padres lo tiran en la calle. 

Las primeras lecciones pueden empezar aún antes del primer año de vida, mostrándole cómo guardamos un libro en la repisa luego de leerlo o cómo tiramos el pañal sucio a la basura. Después se irán incorporando sucesos encadenados como levantarse, lavarse los dientes, peinarse, vestirse y guardar el pijama en un cajón. Así, cuando se acostumbran a una secuencia, sólo hay que recordarles "el primer eslabón" para que luego cumplan los demás. 

Otra costumbre fundamental es la de "terminar y ordenar" mientras se juega. Siempre que se concluye una actividad se recoge antes de sacar otro juego. Ordenar es el último paso de cada actividad.

También es importante explicarles los motivos: el cepillo de dientes se guarda en el baño porque allí es donde lo utilizamos, los zapatos se guardan separados de la ropa porque pisan la calle y pueden estar sucios, etc.

Parte del orden es enseñarles a cuidar las cosas: si algo está sucio se lava antes de guardarlo, si está roto intentamos arreglarlo. Y también saber qué cada cosa tiene su lugar: tirar todo dentro de un cajón o baúl no es la solución: guardar cada cosa en su lugar ayudará a encontrarla rapidamente la próxima vez que la necesitemos. Con paciencia, esto es posible.

¡BUENA SUERTE!!! 

La foto fue tomada de: www.morguefile.com 

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