El entrenamiento para el baño es un proceso bastante simple, compuesto de varias etapas que tu hijo podrá dominar en unos días o en unos meses. Es probable que, si esperás hasta que tu hijo esté listo, el proceso resulte mucho más fácil para ambos. Éste es un proyecto de tu hijo, no tuyo.

El entrenamiento completo para que tu bebé deje los pañales está compuesto de las siguientes etapas: explicarle a tu hijo lo que esperás de él, que tu hijo te avise que tiene que ir al baño, desvestirse, hacer, limpiarse, vestirse, tirar la cadena y lavarse las manos. 

Cada etapa llevará tiempo. Por lo tanto, es importante reforzar el éxito de tu hijo con elogios cada vez que complete una etapa. El momento de pasar a la siguiente etapa dependerá del tiempo y del dominio que el chico haya alcanzado en la etapa anterior. Si bien es cierto que el objetivo a largo plazo es importante, los pequeños logros también lo son. Acordate que, al principio, el éxito radica en que tu hijo entienda para qué sirve el baño, no en que domine todo el proceso. 

Para indicarle qué es lo esperás del él, seguí estos pasos: 

1. Comprá una pelela. Muchos chicos se sienten más seguros en una pelela que en el inodoro del baño. Esto se debe a que, cuando se sienta en la pelela, puede poner los pies en el piso, lo que lo hace sentir seguro, sin miedo de caerse al suelo o dentro del inodoro. Si tu hijo le tiene miedo a la pelela, no lo obligues a usarla. Suspendé el entrenamiento por uno o dos meses. Dale tiempo para que se acostumbre a la idea de usar la pelela y para que se sienta cómodo con ella. 

2. Permití que tu hijo se familiarice con la pelela. Antes de empezar a usar la pelela, dejá que tu hijo la mire, la toque y se sienta cómodo con ella. Además, presentasela y decile que es su propia pelela. 

3. Poné la pelela en un lugar conveniente para tu hijo. No es necesario que la pelela esté sólo en el baño. Dejala en el cuarto de juegos, en el patio o en cualquier lugar donde juegue tu hijo, para que pueda usarla cuando tenga ganas. 

4. Para empezar, dejá que tu hijo se siente en la pelela una vez por día, completamente vestido, para que se acostumbre. Además, dejalo que se pare de la pelela en cualquier momento. Nunca lo obligues a quedarse sentado durante mucho tiempo. 

5. Cuando tu hijo se sienta cómodo al estar sentado en la pelela vestido, hacé que se siente sin ropa. Ésta es la siguiente etapa lógica que le permitirá acostumbrarse a la idea de desvestirse antes de ir al baño. 

6. Cuando se haga caca en el pañal, dejá que te vea dejar caer la caca en la pelela. Esto lo ayudará a entender que es ahí donde debe ir a parar. Explicale a tu hijo que ese es el lugar para el pis y la caca; tu hijo debe entender la importancia de poner cada cosa en su lugar. 

7. Tené paciencia y sé positivo. Tal como ocurre con todas las habilidades recién adquiridas, con el tiempo, tu hijo dominará el entrenamiento para el baño. 

Otras sugerencias útiles: 

•Vestí a tu hijo con pantalones sueltos y fáciles de sacar. Enseñale a vestirse y desvestirse para cuando tenga que usar la pelela. Cuando el chico se sienta cómodo sentado en la pelela con la ropa puesta, probá sin ella. 

•Fomentá la imitación. Podés ponerlo a tu lado, sentarte en el inodoro y dejar que él también se siente en su pelela. 

•Permitíle que haga sus necesidades sentado. Al principio, tanto los nenes como las nenas deben aprender a usar la pelela de esta manera. Si los nenes aprenden a hacer pis parados, es probable que después no quieran sentarse para hacer caca. 

•Observá las señales de tu hijo. Muecas, gruñidos, posturas u otros comportamientos no habituales podrían indicarte en qué momento tu hijo necesita evacuar. Cuando lo veas hacer estos gestos, preguntale si está listo para ir al baño. 

•Preguntale si quiere que lo ayudes a sacarse los pantalones, para que pueda andar desnudo. Preguntale, cada hora, si tiene ganas de ir al baño. No se lo recuerdes, salvo que él quiera que lo hagas. 

•Felicitá a tu hijo. No te olvides de felicitarlo cuando él te avise que necesita usar la pelela, independientemente de si fue necesario que vos se lo recordaras o no. 

•Dejá que tu hijo tire la cadena, pero sólo si quiere hacerlo. A algunos niños no les gusta el sonido del baño o les asusta, por eso asegurate de prestar atención para detectar si tu hijo siente ese temor. Además, intentá tranquilizarlo si lo perturba el hecho de que su caca desaparezca al tirar la cadena. 

•Cuidá la piel del nene. Durante esta etapa, la piel de tu hijo tiene el mismo riesgo de desarrollar rozaduras por la humedad o por la exposición a las heces que cuando era chiquito. Para mantenerlo limpio y seco, podés cambiarle la ropa en forma regular. No lo dejes con la ropa sucia como parte de tu método de entrenamiento para el baño. 

•Empezá a considerar la posibilidad de comprarle ropa interior. Una vez que tu hijo haya aprendido a usar bien la pelela, varias veces por día, quizás esté listo para empezar a usar ropa interior. Al principio, ponesela sólo durante algunos momentos del día. Asimismo, como los pañales son muy tranquilizadores, no te apresures a sacárselos. Si bien es cierto que los pañales de entrenamiento descartables o no descartables pueden utilizarse durante la transición de los pañales a la ropa interior, no es recomendable usarlos como una etapa inicial del entrenamiento para que tu bebé deje los pañales; más bien, pueden ser útiles cuando tu hijo demuestre que está listo para hacerse cargo del proceso por sí mismo. 

•Ponete de acuerdo con las otras personas que cuidan a tu hijo. Asegurate de coordinar tus planes de entrenamiento para dejar los pañales con cualquier persona que esté con tu hijo durante el día (niñeras, abuelos, personal de la guardería, etc.). Es importante que ellos tengan clara la forma en que vos querés entrenar a tu hijo para el baño. Esto permitirá que el chico reciba el mismo mensaje durante el día, cuando vos no estás en casa, que a la noche y el fin de semana, cuando sí estás con él. 

•Preparate para enfrentar algunos ”accidentes”. Durante este proceso de aprendizaje, es normal que, de vez en cuando, ocurra algún accidente y que tu hijo aguante hacer pis y caca. Si el chico aguanta constantemente sus deposiciones, es probable que haga caca dura, lo cual hará que le resulte doloroso ir al baño. Para mantener las deposiciones blandas, podés consultar a su pediatra. Cuando haga caca más blanda, tranquilizalo y decile que cuando trate de hacer no le va a doler. También es una buena idea darle mucha agua y alimentos con un alto contenido de fibra (acordate que los chicos aprenderán del ejemplo de sus padres, así que vos también deberías comerlos). Esto contribuirá a mantener blanda la caca de tu hijo a largo plazo.  

Deja un comentario