Se caracteriza especialmente por la estrechez que presenta el píloro (válvula que permite el paso del alimento al intestino). Esto provoca el acúmulo de alimento y el vómito.

Función del píloro: permite que los alimentos recién ingeridos sean digeridos por el estómago al evitar que éstos, por efecto de la gravedad, pasen prematuramente al intestino. Cuando el proceso de digestión gástrica ha finalizado, el píloro se abre dejando pasar los alimentos hacia el intestino donde tendrá lugar otro tipo de digestión. Cuando se tiene esta enfermedad, el píloro está tan estrecho que el alimento no pasa a través de él o lo hace muy difícilmente. Esto provoca el acúmulo de alimento y el vómito.

Los recién nacidos vomitan excesivamente, especialmente a partir de los 15 días de su nacimiento y dentro de los 3 primeros meses. Los vómitos empiezan distanciados y con poca fuerza, pero después se hacen más frecuentes y con más fuerza.

Se han invocado varios orígenes: por un lado, hereditario, por lo que hay que estudiar si existen antecedentes en la familia y, por otro lado, por el exceso de una sustancia en sangre llamada Gastrina. Cuando un niño tiene la enfermedad, debe hacer dieta, se le aportan líquidos mediante un goteo y se le extrae el contenido del estómago por sonda. Luego, se debe operar para llegar al estómago y ensanchar el píloro. La operación es definitiva y efectiva.

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