Aunque la gripe es una de las enfermedades más frecuentes y muchas personas la padecen varias veces al año, cuando ocurre durante el embarazo puede ser un poco más complicado.
Durante la gestación el sistema de defensas de la mujer está más débil y es más difícil combatir infecciones. Por eso es importante tomar medidas para prevenirla y poder transitar un embarazo saludable.
Según la Organización Mundial de la Salud la gripe es una infección vírica, producida por el virus de la Influenza, que afecta principalmente nariz, garganta, bronquios y, ocasionalmente, los pulmones. Este virus se caracteriza por su fácil transmisión de persona a persona a través de las gotículas y pequeñas partículas expulsadas de la boca al hablar, toser o estornudar. La afección generalmente suele durar una semana y se caracteriza por la aparición de fiebre, dolores musculares, cefalea y malestar general, tos seca, dolor de garganta y rinitis. En la mayoría de los casos las personas se recuperan rápidamente, no obstante hay casos, como en el embarazo, donde la infección puede traer complicaciones.
Los cambios que se producen en el sistema inmunológico durante el embarazo hacen que la mujer esté más propensa a contraer gripe. Si se compara a la población de mujeres no embarazadas con las mujeres que sí lo están, estas últimas enfrentan mayor riesgo de morbimortalidad a causa de las complicaciones del virus de la Influenza, debido a que tienen más posibilidad de desarrollar síntomas graves que demanden internación, en especial las embarazadas que atraviesan el tercer trimestre de gestación. Por otra parte, puede causar complicaciones al futuro bebé tales como muerte intrauterina o neonatal, parto prematuro, bajo peso. También la fiebre en las primeras etapas del embarazo puede causar problemas en el feto.
Síntomas
Los síntomas de gripe en el embarazo son los mismos que para cualquier otra persona. Se presentan en forma súbita y apenas unas horas de malestar alcanzan para darse cuenta de qué se trata. Suele comenzar con dolores musculares, malestar general, dolor de cabeza y fiebre de más de 38 grados. También puede aparecer dolor de garganta pero es más común que dé molestias en los bronquios, que se percibe en la parte alta del pecho, y suele ir acompañado de tos fuerte expectorante, cansancio e inapetencia. Una vez que que la fase aguda pasó, cuando la fiebre cesa, pueden quedar secuelas como cansancio y tos que persistirán por una o do semanas más.
La vacuna antigripal
Para prevenir las complicaciones que puede generar la gripe en las embarazadas se recomienda que sean inmunizadas contra la enfermedad a través de la administración de la vacuna antigripal. Se considera uno de los pilares esenciales en la prevención contra la gripe debido a su eficacia para disminuir el riesgo de las complicaciones gripales y su seguridad. La recomendación de vacunar a las embarazadas se basa por un lado en las pruebas acerca de la efectividad e inocuidad de la vacuna contra la influenza durante el embarazo y por otro lado, en su eficacia para prevenir la gripe tanto en las madres como en los bebés.
Si bien la vacuna protege independientemente del trimestre de embarazo en el que sea administrada, un estudio, que se publicó en el año 2011, demostró que el beneficio en la embarazada y en el feto era mayor cuanto antes se aplicara la vacuna. Esto es debido al pasaje de anticuerpos de la madre al bebé y es importante si se tiene en cuenta que el bebé una vez nacido puede recibir la vacuna luego de los seis meses de edad por lo que sus primeros cinco meses de vida son vulnerable a la infección gripal y pueden padecer mayores complicaciones que niños con más edad.
Por otra parte, ciertas investigaciones han indicado que las embarazadas que habían recibido la vacuna antigripal durante la gestación tenían menos partos prematuros y neonatos de bajo peso. En cuanto a la relación que hay entre las infecciones gestacionales y los prematuros, las investigaciones indicaron que la reacción del organismo a la infección, a través de la activación de la compleja cascada de sustancias pre-inflamatorias como un tipo de prostaglandinas e interleuquinas, podría incrementar el riesgo de contracciones y adelantar el parto, habiendo más bebés prematuros.
No existe prueba alguna que asocie la vacuna antigripal y el aborto. Un estudio, realizado durante el primer trimestre de gestación, mostró que las embarazadas que recibían la vacuna antigripal no tenían tasas de aborto más altas que aquellas que no la habían recibido. Tampoco se ha demostrado que la vacuna antigripal puede causar daños en el bebé.
Es importante saber que existen dos tipos de vacunas contra la gripe: las vacunas inyectables y las vacunas en aerosol nasal. Las embarazadas únicamente pueden recibir las vacunas antigripales inyectables que son a base de virus inactivados ya que las vacunas en aerosol nasal se tratan de vacunas atenuadas a virus vivos. Sí pueden recibir este tipo de vacunas las mujeres que durante el embarazo no se vacunaron incluso si están amamantando.
Efectos secundarios
Los efectos secundarios más comunes luego de administrada la vacuna suelen ser leves. Se puede sentir ardor, sensibilidad y/o enrojecimiento e inflamación en la zona de la inyección, dolores de cabeza, dolores musculares, fiebre y náuseas, o cansancio. Es normal que estos efectos se den inmediatamente luego de administrada la vacuna y persistan uno o dos días.
En pocos casos las vacunas antigripales pueden causar reacciones alérgicas severas, por eso una persona con alergia severa al huevo o algún otro componente de la vacuna no debe recibirla aún si está embarazada.
Fuentes: Americas health foundation y Vacunas sin fronteras, www.who.int, www.guiainfantil.com, www.consumer.es
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