Es una enfermedad que se produce como consecuencia de un repliegue de una parte del intestino sobre sí mismo. Esto provoca una obstrucción o semiobstrucción.

La mayoría de los casos se ubica en el inicio del colon (intestino grueso). Por lo general se da en niños menores de un año de edad. Son más frecuentes cuando se introducen los sólidos en la dieta de los lactantes. También se observan más casos en primavera y otoño.

Se inicia con dolor abdominal muy intenso, lo que provoca llanto, flexión de piernas (para disminuir el dolor), vómitos y diarrea. También puede provocar hemorragia digestiva y parálisis intestinal. En los casos de obstrucción intestinal no hay eliminación de gases ni de materia fecal.

En algunos casos es provocada por anomalías a nivel de la pared intestinal como quistes, pólipos, divertículos o hematomas. También puede ocurrir poco después de un episodio de gastroenteritis. Como hay más casos en primavera y otoño, puede haber una relación entre la invaginación intestinal y las infecciones virales.

Aproximadamente el 60% de los casos se solucionan con el mismo estudio radiológico que hace el diagnóstico. Si no se soluciona, el tratamiento debe ser quirúrgico. Si sospechás que tu hijo puede tener esta enfermedad, consulta rápidamente con un médico para evitar la intervención quirúrgica.

Deja un comentario