Padres y madres. Tenemos 5 juegos para que tengan en mente cuando festejen el cumpleaños de sus hijos. Sin una gran producción podemos hacer que los más pequeños disfruten y mucho de su cumpleaños junto a sus amigos.
¡Vamos en moto!
El animador tiene que sentarse en el piso y los niños van colocándose detrás, como si estuviesen subiéndose a una enorme moto. El piloto va dando las indicaciones en voz alta: “A la derecha. A la izquierda. ¡Cuidado, que freno! ¡Venga, que acelero” y va girando el tronco a la vez que habla. Los niños tienen que ir imitar sus movimientos.
Dentro y fuera
Para este juego será necesario tener una alfombra bien sujetada al piso. El animador les explica a los niños que la alfombra está la región conocida como “dentro” y que fuera de la misma está la región “fuera”. Los pequeños se sitúan fuera de la alfombra para comenzar el juego. El organizador debe ir gritando “dentro” y “fuera” para que el cumpleañero y sus amigos comiencen a saltar. La idea es que el juego cada vez vaya más rápido y de forma aleatoria, es decir, diciendo dos o más veces dentro o fuera: “dentro, dentro, fuera, dentro, fuera, fuera”. Los chicos tienen altas probabilidades de equivocarse y por eso serán eliminados del juego, hasta tener un ganador.
Carrera “pata de palo”
Juntas de a parejas a todos los niños, atándole el pie derecho de uno junto al pie izquierdo del otro. Se hacen pequeñas carreras con obstáculos para que tengan que hacerse cómplices para superarlos.
Pato, pato, ganso
Los niños están sentados en ronda, menos uno. Este último recorre la ronda por fuera de la misma tocándole la cabeza a cada niño. Cada vez que lo hace tiene que decir ganso, hasta que elige a uno que sea el ganso. Este último tiene que correr a quien lo eligió y evitar que se siente en su lugar. Si no lo logra, tomará su lugar.
Carrera con huevos
Según la cantidad de invitados, se forman dos o tres equipos y a cada uno se le da una cuchara sopera y un huevo duro. Sin contarles a los niños que los huevos están cocidos, deben armar una fila e ir uno por uno hasta un punto definido y volver, con la cuchara en la boca y el huevo en la misma. La gracia es que no se le caiga, pero si sucede, lo recoge y vuelve a empezar. El equipo que gana es el que logra que todos sus participantes vayan hasta el punto y vuelva.