El niño juega, y nosotros lo observamos. ¿Qué importancia tiene lo que hace? Desde que nace, mediante el juego aprende a conocer el entorno, y más adelante, durante toda su primer infancia, también mediante juegos adquirirá conocimientos y experiencias fundamentales para su desarrollo.

Jugando está desarrollando la creatividad y la imaginación, así como los potenciales intelectuales y físicos que le acompañarán en toda su vida.

Actualmente la importancia del juego se ha valorado en investigaciones que llegan a la conclusión de que el juego es el método más adecuado, efectivo y divertido para descubrir el mundo que le rodea.

La participación de los adultos, estimulándolos, participando de sus experiencias, le proporcionará más oportunidades para desarrollarse como individuo, en toda su integridad. 

Otro elemento de la actividad lúdica es su función socializadora, cuando intervienen en el juego otros participantes, padres, hermanos, amiguitos.

Si bien el Jardín y la Escuela son muy importantes en el desarrollo del niño, la influencia que posee la familia por el componente afectivo de la relación padres-hijos es, sin lugar a dudas mucho más intenso que el que puede existir con los maestros.

El tiempo que dediquemos a jugar y compartir actividades con nuestros hijos fortalecerá el vínculo que tenemos con ellos y también nos permitirá conocer sus necesidades intelectuales y afectivas, saber cómo reaccionan ante las dificultades, conocer su sentido del humor, darnos cuenta de sus carencias, así como detectar sus temores y dudas y ayudarlos a resolverlos.

Por supuesto que el tipo de juego variará en función de la edad y las necesidades. Los juegos de los primeros meses: tomar el sonajero, tocar, ayudarlos a que entrenan la coordinación y el control de los movimientos. Esto irá dando paso a funciones mentales más complejas como la representación, la abstracción y la simbolización.

Pero además de aprender, mediante el juego el niño irá desarrollando su personalidad y desarrollando los lazos afectivos que le unen con las personas más cercanas.

Según las oportunidades, se adaptarán los juegos, los espacios al aire libre y la playa dan posibilidades que no tenemos en el interior del hogar. 

Finalmente destacamos que si las múltiples actividades laborales de los padres o el cansancio a veces les impiden dedicar un tiempo para jugar con sus niños , deberían programarlo y hacer el esfuerzo ya que una vez iniciado será un relax para los adultos, que se olvidarán de sus preocupaciones y para el niño será muy importante.

Recuerda que JUGAR CON TUS HIJOS NO ES TIEMPO PERDIDO. 

Deja un comentario