La lactancia materna es la mejor manera de alimentar al bebé ya que al igual que en todas las especies de mamíferos, la leche está adaptada para cubrir sus necesidades metabólicas y de crecimiento y está en relación al grado de madurez del individuo en el momento del nacimiento.

La lactancia materna es la mejor manera de alimentar al bebé ya que al igual que en todas las especies de mamíferos, la leche está adaptada para cubrir sus necesidades metabólicas y de crecimiento y está en relación al grado de madurez del individuo en el momento del nacimiento.

Propiedades de la leche materna

La leche materna cubre todas las necesidades básicas y de crecimiento y es bacteriológicamente segura ya que contiene proteínas e inmunoglobulinas que le confieren al bebé protección frente a infecciones. 

Pero si bien la lactancia presenta muchas ventajas, debes saber que al comienzo no será una tarea fácil. La madre necesitará ayuda para vencer los inconvenientes que se presenten como llanto, somnolencia, regurgitaciones del bebé, pezones sensibles, episiotomía, depresión post-parto e inseguridad. El éxito de este sistema de alimentación depende en gran parte de la firmeza de nuestra decisión y del conocimiento que tengamos. Pero si estás convencida que la leche materna es el único alimento especialmente adaptado a las necesidades de tu bebé y que todas las madres, salvo escasas excepciones, pueden conseguir lactar a su hijo, seguro que lo lograrás.

Para ello debes comenzar por poner el bebé al pecho lo antes posible. Es un hecho demostrado que un contacto precoz del niño con el pecho de la madre, desarrolla una “subida” de leche más rápida y una lactancia más prolongada. Si por cualquier causa no lo pudieras realizar, no te preocupes, pero intenta ponerlo en tu pecho lo más rápidamente posible.

Si el parto ha sido por cesárea, tendrás que esperar un poco más, pero la lactancia también se desarrollará de forma satisfactoria. Solamente cuando la lactancia materna no es posible, se debe considerar la lactancia artificial con leche adaptada a partir de leche de vaca. En el caso de que lo alimentes con lactancia artificial también debes procurar el contacto con tu hijo inmediatamente después del parto, ofreciéndole el primer biberón cuando estés en la habitación. En los dos casos, la frecuencia de las tomas debe ser establecida por el niño, olvídate de las tres horas, dale de comer cada vez que te lo pida, poco a poco se irá regulando y estableciendo períodos de sueño – vigilia más definidos y espaciados, y ambos lo van a disfrutar. 

Consejos para dar de mamar a tu bebé

En cuánto a cómo hacer para dar de mamar al bebé, se aconseja limpiar el pezón y la areola cuidadosamente antes y después de darle el pecho al bebé. Debes sentarte cómodamente, con la espalda bien apoyada y recta, en un ambiente tranquilo, y si es posible, siempre en el mismo lugar de la casa. El bebé debe estar en posición semivertical y la madre debe comprimir el pecho alrededor del pezón con los dedos pulgar e índice para que la nariz del niño quede libre. Una buena técnica de lactancia materna consistirá en dar un pecho durante unos 7-8 minutos y pasar al segundo hasta que el niño se canse y quede satisfecho. En la siguiente mamada se empezará por éste ultimo y así sucesivamente. La costumbre de mantener el bebé al primer pecho durante 10-15 o más minutos, mientras el otro pecho rebosa de leche, puede conducir a que el bebé se canse, trague aire y le provoque cólicos. 

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