El trabajo de los orientadores vocacionales se centra en el adolescente y su proceso de crecer, en el cual debe asumir decisiones, enfrentar desafíos y por sobre todo, redescubrirse como persona en su grupo de amigos, su familia y lo que es más importante: en función de sus principios y valores personales.
En Elijo Ser trabajamos la temática de la Orientación Vocacional considerando el motivo de la consulta como punto de partida:
José termina el ciclo básico este año y aún no tiene claro qué orientación quiere seguir. Le motivan los números, la física y la química, pero por otro lado, es un chico que disfruta mucho de materias como filosofía y literatura.
Manuela siempre quiso ser arquitecta. Desde chiquita su sueño fue ser igual de exitosa que su madre y que su tía, ambas arquitectas que tienen un estudio juntas.
A Pedro no le gusta estudiar. Es consciente de que tiene que hacer “algo” el año que viene, pero no sabe si empezar UTU o continuar el bachillerato.
Éstas son algunas de las razones que llevan al joven a necesitar un espacio donde poder trabajar los aspectos vinculados con su proceso de decisión: la búsqueda de una guía en el proceso de “elegir” qué estudios continuar, cómo visualizar el futuro laboral cercano.
Los chicos que consultan por una Orientación Vocacional lo pueden hacer a cualquier edad (desde los 15 – 16 años hasta inclusive los 23 – 24 años o más). Su inquietud es pensar claramente en culminar, retomar o postergar sus estudios de cara a tener un panorama más claro de hacia dónde quieren dirigir su futuro ocupacional y a poder entender un poco más su vocación (la que en la mayoría de las veces aparece difusa y confunde). El tiempo personal de elección es muy importante y siempre tiene que ser un tiempo propio y no basado en las presiones externas o necesidades de otros. Apostamos siempre a encontrar ese interés personal por el proceso, desde donde partirá la motivación para pensarse.
El proceso de Orientación Vocacional es un espacio en el cual se analizan los gustos, intereses y motivaciones del chico, trabajando en conjunto con el psicoterapeuta para ir descubriendo qué intereses son los más preponderantes y cómo los mismos se articulan con la modalidad de aprendizaje, razonamiento y motivaciones del joven. De esta manera, la posibilidad del nuevo estudio, oficio o carrera va surgiendo y se va construyendo en conjunto.
Se trata de un proceso que se ajusta a los tiempos de cada chico, que contempla sus miedos, ansiedades pero también sus expectativas y lógicamente las de su familia. Se trabaja en la aplicación de técnicas psicológicas, sesiones de entendimiento y comprensión del adolescente e instancias de información sobre las ofertas educativas y la posibilidad de inserción laboral.
Contar con información es crítico para poder tomar decisiones, por ello disponer de información actualizada sobre el mercado laboral y las ofertas educativas es fundamental para trabajar en este abordaje.
Lic. Ana Miguel – Lic. Laura Bajuk
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