Frente a esta triste noticia, los papis deben pasar de la ilusión y la alegría de tener un nuevo niño en casa a la dolorosa situación de tener que asumir este terrible suceso. Cuando la muerte del feto se produce después de 20 semanas, estamos hablando de un óbito fetal, situación que ocurre en aproximadamente uno de cada 200 embarazos. En la mayoría de las ocasiones, la pérdida es inesperada puesto que hasta la mitad de estas muertes ocurren en embarazos cuyo curso había sido completamente normal. El 14 por ciento de las muertes febles ocurren durante el parto, mientras que el 86 por ciento se da antes del mismo. Se recomienda que la mami esté atenta a cualquier cambio en los movimientos del bebé, en la frecuencia de ellos y consultar con su obstetra si el bebé de golpe deja de moverse y de dar pataditas.
Esta ausencia de movimientos puede estar acompañada de espasmos abdominales persistentes o de dolores punzantes en la pelvis, la espalda o el bajo vientre, así como de sangrado vaginal. El médico puede buscar latidos fetales con el estetoscopio, detectar latidos mediante una ecografía o realizar un monitoreo fetal en reposo, son censores electrónicos colocados en su vientre. Los monitores registran el ritmo cardíaco y los movimientos del bebé, además de las contracciones del útero.
Algunos Motivos De Abortos Espontáneos Y Partos De Niño Fallecido
La causa más común de pérdida de embarazo en una anormalidad cromosómica aleatoria que se da durante la fecundación. Para que ocurra la fecundación, los cromosomas de los núcleos del óvulo y del espermatozoide deben unirse en 23 pares (un total de 46 cromosomas). A veces, los pares se forman mal, lo que puede impedir el desarrollo del feto. Otras razones pueden ser las siguientes:
– Fecundación tardía después de la ovulación. – Niveles bajos o elevados de la hormona tiroidea. – Diabetes mal controlada. – Exposición a riesgos ambientales y laborales (radiación o agentes tóxicos) – Anormalidades uterinas. – Cuello uterino incompetente o cuello uterino que comienza a abrirse (dilatarse) y hacerse delgado (borrado) antes de que el embarazo haya llegado a término. – Algunos medicamentos. – Algunas conductas favorecen el riesgo de aborto. El cigarrillo por ejemplo, lleva nicotina y otros productos químicos al torrente sanguíneo, lo que hace que los vasos de la placenta se contraigan y disminuyan el flujo de sangre hacia el útero. – Está demostrado que el alcohol y las drogas ilegales también provocan abortos. En el caso de óbitos fetales, o sea cuando el deceso se produce después de la semana 20, las razones pueden ser:
– Preclampsia y eclampsia, que son trastornos del final del embarazo que van acompañados de presión alta, retención de líquidos y proteínas en la orina. – Diabetes mal controlada – Anormalidades en el feto causadas por enfermedades infecciosas, como la sífilis, la toxoplasmosis, el sarampión, la rubéola y la gripe, o por infecciones bacterianas, como la listeriosis. – Defectos congénitos graves (lo que conduce a alrededor del 20 por ciento de las muertes fetales) como la espina bífida. – Posmadurez, cuando el embarazo ha durado 41 semanas o más. – Hipertensión crónica, lupus, enfermedad cardíaca o tiroidea.
Que Se Hace Luego Que Se Constata El Fallecimiento Del Feto
Si se determina que el bebé ha muerto en el útero después de la vigésima semana, el médico puede decir la inducción del parto. Después del parto, el médico revisará al bebé y la placenta para intentar decidir la causa del deceso, si es que se la desconoce. En el caso que la mamá ya haya tenido varios abortos espontáneos, puede hacerse estudios para detectar si hay anormalidades anatómicas, genéticas u hormonales que estén influyendo en esta situación.
Algunas Recomendaciones
Si bien por lo general, no es posible evitar los abortos espontáneos o los partos de bebes fallecidos, hay algunas precauciones que pueden tomar las mamás para aumentar las posibilidades de tener un embarazo saludable.
– Llevar una dieta equilibrada que contenga abundante ácido fólico y calcio – Hacer ejercicio después de que el médico lo autorice – No consumir drogas ni alcohol – Limitar el consumo de cafeína , solo una o dos tazas por día – Dejar de fumar – Avisarle a su médico sobre todo medicamento que esté tomando. A menos que el galeno indique lo contrario, deben evitarse la mayoría de ellos. – Cuidarse de los golpes en el vientre – Vacunarse contra las enfermedades trasmisibles e interiorizarse sobre la historia clínica y genética de la familia. – Volver a intentar. Cuando lastimosamente ocurre la muerte del bebé, es importante tomarse un tiempo para hacer el duelo. La pérdida de un bebé durante el embarazo o poco tiempo después del parto es como la de cualquier ser querido.
Hay que darse el tiempo para recuperarse, emocional y físicamente. Algunos médicos recomiendan que las mujeres esperen tres meses (tres ciclos menstruales) o más antes de volver a tratar de embarazarse nuevamente, para que el cuerpo y la mente tenga tiempo de recuperarse. Es muy positivo asistir a un tratamiento psicológico, para poder más contenidamente elaborar la triste pérdida y superar el momento tan triste y difícil que se ha vivido.
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