La experiencia del nacimiento de un bebé la viven de una manera muy diferente el padre y la madre. La conexión mamá-bebé es especial por la experiencia corporal que implica el embarazo, el parto y la lactancia, pero no por eso convertirse en padre deja de conllevar también emociones intensas.

Si bien el nacimiento es un momento deseado y esperado por la pareja, una vez que nace el bebé ambos pueden sufrir la depresión post-parto. Este cuadro -que está más asociado a la mujer por el desgaste y el esfuerzo corporal y emocional que produce dar a luz- también aparece en el hombre.



Un estudio realizado a partir del análisis a 28.000 padres en 16 países diferentes por la revista American Medical Association afirmó que uno de cada diez padres padece depresión post-parto.

Los síntomas que tienen son ansiedad, pérdida del apetito, fatiga, cambios en el humor, problemas para dormir, irritabilidad y desesperanza. Las causas, además de ser estrés social o psicológico, poseen una carga biológica. También puede deberse a que experimentan frustración al sentirse poco útiles en el grupo familiar y tareas relacionadas con el bebé. 

Los padres que sufren depresión tienden a tener percepciones negativas con respecto a sus hijos. A su vez, su estado puede generar efectos negativos en el niño: trastornos psiquiátricos, trastornos de conducta desafiante o problemas de socialización.

Un estudio realizado por la Universidad Hebrea de Jerusalén revela que un 17% de los padres sufren este trastorno; cifra similar a las mujeres que también padecen depresión. Para realizar este estudio, los expertos no hicieron hincapié en las sensaciones de tristeza o cambios de humor; sino que preguntaron acerca de la frecuencia de ingesta de alcohol, relaciones sexuales (matrimoniales o extramatrimoniales), enfrentamientos en el trabajo o con la pareja. Llegaron a la conclusión de que la ansiedad en el hombre puede llegar a ser generada por el punto de vista que su pareja tiene sobre los roles de cada uno. Si su pareja es menos conservadora, la ansiedad crece.  

Lo que podemos recomendar es que ante la duda del propio padecimiento o del ajeno se consulte a un profesional. No solo por cuidar su salud, sino también la de su hijo. La depresión en los padres puede generar trastornos psiquiátricos en los niños (tanto sociales o conductuales); independientemente de si la madre sufre también depresión. El bebé percibe este cuadro y los efectos pueden ser variados: hay una tendencia hacia el aislamiento, puede haber problemas en el aprendizaje del lenguaje o una falta de iniciativa para la interacción.

Fuentes:

http://www.lostiempos.com 

www.consumer.es

http://www.diariolibre.com

http://www.bbc.co.uk

Estudio realizado por la Universidad de Oxford. “La depresión en los hombres en el período postnatal y más tarde la psicopatología infantil: un estudio de cohorte poblacional.” En: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/18388761

Estudio realizado por Gabriel Corbo, Denise Defey y Nora d´Oliveira. "De-presiones maternas". Montevideo, Uruguay. En: http://www.meses.com.uy/Compartido/Archivos/orglibrillodepresionesmaternas.pdf    

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