La mejora en la calidad y cantidad de vida indudablemente ha cambiado intensamente el modelo de abuelos con el que nos encontrábamos hasta hace unos años.
Ser abuelo hoy en día
Si bien el nacimiento de un nieto implica una gran movilización para sus abuelos, ya no se da en un terreno en el cual no hay nada o casi nada más que esperar, sino en la mayoría de los casos, en la vida de seres que aún se encuentran muy activos, independientes y con intereses personales. Por lo tanto, la adaptación debe darse de un modo diferente, abriendo un espacio para sus nietos en esa vida que sigue en pleno funcionamiento.
La aparición de centros maternales que se encargan de los niños desde tan chiquitos y al no disponer del tiempo libre con el que antes contaban los abuelos, ha hecho que la calidad de la relación haya variado. Ya en la mayoría de los casos, no son quienes cuidan exclusivamente a los nietos, sino quienes comparten en algunas situaciones la crianza. Esto ha recreado en muchos casos la relación, no siendo ya los sustitutos de mamá y papá sino realmente ocupando el lugar de abuelos.
Qué funciones vemos hoy que siguen cumpliendo los abuelos y cuáles ya no
• Sin ninguna duda, y en la mayoría de los casos, siguen siendo por excelencia las personas en quienes más confían los padres el cuidado de sus hijos, como sustitutos.
• Siguen siendo para los padres una fuente permanente de apoyo a la que se recurre frente a las dudas, incertidumbres de la crianza, así sea para luego criticarlos o recordarles cuánto de lo que ahora aconsejan no lo pusieron en práctica cuando los educaban a ellos.
• Siguen siendo muchas veces “los recreos” cariñosos para el niño, donde puede comer cosas que en casa no puede, acostarse más tarde o contar con alguien querido que juegue con él, le cuente cuentos y le de cariño extra.
Qué cosas son importantes o qué peso tiene la figura de los abuelos en la crianza de los nietos
• Papel fundamental en la comprensión y percepción que el niño se forma del mundo.
• Son pioneros en mostrar a los niños que además de sus padres también ellos son fuente irremplazable de cariño, y de información importante.
• Sentido de continuidad de la familia, transmisión de valores familiares y la historia de cada familia.
• Estimula en el niño la imaginación y la posibilidad de ampliar sus horizontes a través de cuentos, historias de familia, hechos que pasaron hace mucho tiempo y que muchas veces ni sus padres conocen.
• Permiten un nuevo modelo que también es de la familia con quien el niño se identifica. Son un referente en momentos de crisis familiar y ayudan a crear el sentido de pertenencia a la familia.
Cuáles son en general los puntos de conflicto entre las generaciones y cómo se puede ayudar en eso
• Como en cualquier relación humana, y ni que hablar en ésta tan intensa y movilizante, es natural que surjan conflictos.
• Para los padres, en quienes comienza un nuevo camino de responsabilidad, pasando ellos a ser padres, la necesidad de probarse en su nueva función, independiente de la opinión de sus padres y poniendo en práctica aquello que como hijo siente haber aprendido, para repetirlo o no.
• Para los abuelos, muchas veces es vivido como la posibilidad que la vida le brinda de saldar cuentas, reparar, disfrutar de los niños sin el peso de la responsabilidad de educar y contando con la experiencia que le han dado los años. Es de esperar entonces que a veces se excedan en sus funciones o sus críticas.
• Esto estará muy determinado por el estilo y características de la relación que se ha mantenido con los padres. Y ni que hablar por el momento que estemos atravesando en esa relación cuando llega un nuevo integrante, (de enfrentamiento, de camaradería, de reclamo por lo que sentimos se han equivocado). Esto no va a ser menor en el momento de rearmar esta familia. Por lo tanto, tenemos siempre que pensar que va a ser algo DINAMICO, en el que todos tenemos que ADAPTARNOS niños, padres y abuelos y CONOCERNOS en estas nuevas funciones.
• Por eso es importante no perder la posibilidad de la COMUNICACIÓN, del RESPETO tanto de un lado como del otro por las diferencias generacionales, que sin duda van dejando diferentes experiencias y expectativas.
• El respeto a los LÍMITES en esta relación es fundamental. Ni los padres pueden ocupar el lugar de abuelos, siendo permisivos o priorizando aspectos propios de la relación con los nietos, ni los abuelos pueden sentirse con derecho a ser quienes marquen las reglas y estilos de la educación. Eso ya lo hicieron, con aciertos y errores. Ahora es el momento de sus hijos. El respeto es hacia los dos lados, también es importante respetar a los abuelos, lo que no quiere decir seguir lo que ellos piensan, sino respetar las diferencias, no pedir más de lo que pueden dar o enojarse cuando un abuelo pone un límite en cuanto a su disponibilidad.
• Es posible que surja confusión en los abuelos al tener que enfrentarse a que sus hijos tomen decisiones por sí mismos y por sus nietos, y muchas veces va a ser necesario que dejen de lado sus propios deseos o posicionamientos, para poder preservar la relación y apoyar desde la distancia algo tan importante como el crecimiento de sus nietos.