Dar de mamar no siempre resulta una actividad sencilla. A veces las mamas pueden presentar una hinchazón, dolor, calores locales o reacciones más generales como fiebre. A esto se le llama Mastitis.

Dar de mamar no siempre resulta una actividad sencilla. A veces las mamas pueden presentar una hinchazón, dolor, calores locales o reacciones más generales como fiebre. A esto se le llama Mastitis. 

Las causas de la mastitis son variadas. Es habitual que los gérmenes que invaden los tejidos pasen de la boca y nariz del bebé a los conductos de leche, a través de grietas o fisuras de los pezones. No vaciar los pechos por completo es otro de los factores que influye. A su vez, las defensas y el estado de salud  general de la madre pueden favorecer esta enfermedad. Por lo tanto, descansar y alimentarse correctamente es esencial tanto como tener una buena técnica de amamantamiento.

No es común que la infección se dé en las dos mamas al mismo tiempo. Además, no amamantar no impide la aparición de esta infección. Por el contrario, es necesario que el bebé se alimente seguido para que la leche fluya y evitar así mayores bloqueos en los conductos.

Esta infección puede ocurrir en cualquiera de las etapas de la lactancia, aunque lo más frecuente es que suceda durante el primer mes, de 10 a 28 días luego del nacimiento.

¿Qué debe hacer una mamá que tiene mastitis?

  • Consultar al médico, para que valore la situación de las mamas, y para comprobar si es sólo un enrojecimiento o ya una mastitis constituída.
  • Aplicar toallitas húmedas y tibias directamente sobre los pechos durante varios minutos antes de amamantar, así el dolor será menor.
  • Amamantar más al bebé para vaciar el pecho afectado y disminuir la infección.
  • Usar el extractor de leche para ayudar.
  • Tomar analgésicos para calmar el dolor. (Ibuprofeno o paracetamol)

Cuando es tratada a tiempo, es una infección fácil de tratar y su recuperación va acompañada de antibióticos que no se toman por mucho tiempo. Por eso, lo importante es atacar la infección desde el principio ya que se evitan cirugías, método al cual se llega para drenar los conductos de las mamas. 
Un aspecto clave a destacar es que la infección no afecta al bebé. Lo que sí puede suceder es que se disminuya la cantidad de leche producida en el pecho afectado.

Es mejor comenzar a amamantar por el  seno que no está infectado ya que los bebés succionan con más fuerza al inicio. Luego sí se recomienda pasarlo al otro seno. Un tiempo de 10 minutos de amamantamiento es lo que se recomienda en caso que ese pezón esté muy dolorido. 

Tener una buena higiene de los pezones sobretodo luego que el bebe se desprende es importante. La saliva de los bebés tiene enzimas para digerir la leche materna, que pueden agredir la piel de los pezones.   Mantenerlos secos es otro de los cuidados que la mujer debe tener.

Tipos de Mastitis

Esta infección puede presentarse de alguna de estas formas: Mastitis intraductal, Mastitis por Cándida Albicans y Mastitis superficial.

La Mastitis intraductal es la más común de todas y su tratamiento incluye  varias medidas, como ya mencionamos. Una de las más importantes es guardar reposo por lo menos hasta que la fiebre desaparezca. Además, se realiza el drenaje adecuado de la mama enferma por succión del bebé cada dos horas y por extracción con sacaleche manual o bomba. Esto va acompañado de un antibiótico que no perjudique al bebé y que el médico recete. El ibupofreno también ayuda. Se utilizan paños fríos para aliviar el dolor y tibios minutos antes de dar de mamar, para que la leche baje con mayor facilidad. Hoy en día también existen bolsitas que se colocan en el microondas y mantienen el calor por un buen rato, aliviando la sensación.Tener en cuenta un control de la temperatura de los paños o bolsitas ya que la piel de la mama es muy sensible y te puedes producir quemaduras que agravan el proceso.

Si el tratamiento comienza dentro de las 24 horas de presentada la infección el resultado es visible en 48 horas, aproximadamente. Se recomienda a las madres probar el sabor de la leche de cada pecho por separado. A veces ocurre que la leche está muy salada y el niño no quiera tomar de ese lado. En ese caso es mejor darle pocos minutos de ese pecho y extraer el resto de la leche.

La Mastitis por Cándida Albicans ocurre cuando el bebé se contamina en el parto con bacterias que están en la vagina. Luego, al mamar, contagia al pecho.

Esta mastitis aparece, por lo general, sin fiebre, ni rubor, ni hinchazón local, pero sí con un dolor inicial. Este dolor, es descripto por las mamás como si les clavasen en el pezón alfileres ardiendo, extendiéndose la sensación quemante hacia adentro del pecho. Es esencial, al igual que en los otros casos, recurrir al médico apenas aparezcan indicios.

El otro tipo de Mastitis que podemos identificar es la superficial. Esta es muy poco frecuente. La causa en este caso es una infección a partir de una glándula de Montgomery o una raíz de pelo infectados debido a una mala higiene de la piel. Se cura sin cirugía sino con antibióticos y cuidado especial.

La lactancia es una de las formas más emotivas de mantener y establecer el contacto con tu bebé. Por eso es fundamental ser precavida y ante la mínima duda consultar a un especialista para seguir disfrutando de esta etapa hermosa. 

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