
-Vaciá los bolsillos de tus prendas (camisas, jeans, pantalones, etc.).
-Poné tus jeans del lado del revés para evitar que pierdan su color.
-Asegurate que los cierres de tus prendas estén cerrados y que los cordones estén atados.
-Seguí las instrucciones que figuran en la etiqueta de la prenda.
2. Clasificación:
-Separá las prendas entre las blancas o claras y las de color.
-Separá las prendas en función de la resistencia de la prenda y de la temperatura y agitación adecuada para lavarla.
-Si no es posible separar en varias cargas, seleccioná siempre la temperatura y agitación más baja recomendada para toda la carga de ropa.
3. Carga de ropa:
-Nunca llenes excesivamente el lavarropas.
-La temperatura afecta directamente la limpieza y formación de arrugas, por eso es fundamental que tengas en cuenta la etiqueta de la prenda indicando la temperatura adecuada para un correcto lavado.
-Si no hubiera etiqueta Ariel te propone lo siguiente:
Agua caliente:
Para prendas blancas resistentes, pasteles, estampados claros, ropas de trabajo o de deporte muy sucias.
Agua tibia:
Para prendas de todos los colores, de nylon, poliéster y prendas de lana lavables.
Agua fría:
Reduce al mínimo la aparición de arrugas. Para prendas de tintes rojos o anaranjados brillantes, tejidos medianamente sucios y para la eliminación de manchas tales como la sangre.
4. Secado:
-Retirá la ropa del lavarropas tan pronto como puedas para evitar los malos olores.
-Si tu lavarropas tiene ciclo de secado, seguí los pasos y fijá la temperatura según la etiqueta de tu prenda.
-Colgá la ropa inmediatamente para evitar la formación de arrugas.
¡No olvides limpiar el interior del lavarropas después de cada uso!
Imagen: Morguefile.com