Los trastornos nutricionales que tienen una causa psiquiátrica, tanto en la forma de la anorexia nerviosa, como en la de la bulimia, se observan en estrecha asociación, con otra patología.
Patología común para la Anorexia Nerviosa, y la Bulimia.
Durante el siglo XX se pudo comprobar, que en forma progresiva se fue extendiendo el culto por la estética corporal, hasta adquirir caracteres de fenómeno masivo, que llegó a considerar en forma obsesiva, el propio aspecto corporal. Actualmente esta tendencia, no sólo ha mantenido vigencia, sino que la atención que se brinda al propio aspecto físico, se constituyó en requisito para la aprobación social, y se considera como condición imprescindible para el éxito interpersonal.
El papel de los medios de comunicación.
En cierta medida, los medios de comunicación cumplieron un papel importante para fomentar esta actitud obsesiva, en la medida que impulsaron el concepto de que asociaron las imágenes de personas que obtenían éxitos, en diversos ordenes de la vida, con la posesión de un cuerpo delgado. De esta manera, este mensaje es captado como válido, por todos, pero fundamentalmente por adolescentes en su gran mayoría, que llegan a buscar la seguridad de la que carecen, en la obtención de un cuerpo perfecto .
Por este mecanismo, comienza la preocupación por la dieta, ya no como fuente relacionada con la nutrición, sino con el aspecto corporal. Una vez iniciado este proceso, y en la medida que la propia inseguridad personal es patológica, llega a transformarse en obsesivo el cuidado de la apariencia física. En forma secundaria, se produce una patología de la nutrición, que preocupa tanto por sus efectos, como por su creciente frecuencia.
Las influencias culturales, en los trastornos nutricionales de la adolescencia.
Los trastornos alimentarios de origen psiquiátrico se observan en su inmensa mayoría en la adolescencia, y con clara predominancia en el sexo femenino. Esta prevalencia no es casual, ya que es precisamente la adolescencia, la etapa en la que se producen constantes cambios, no sólo biológicos, sino también psicológicos.
Estos cambios rápidos, hacen que la persona experimente dificultad para reconocer su propia identidad; y ello, le produce cierta tendencia a la inestabilidad, y a la confusión. Esta situación, produce falta de seguridad en sí mismo, y que procura compensarse, buscando esa seguridad en la identificación con diferentes bienes, que la propia cultura les transmite como valores.
En el sexo femenino, sobre todo, la cultura imperante, ha transmitido como valor deseable, la obtención de un cuerpo delgado. Pero no es sólo la influencia que impone la sociedad, en sus propuestas de modelos de éxito.
También, la imposición tiene lugar de un modo mucho más práctico: no es extraño, que jóvenes de peso relativamente normal, tengan dificultades para encontrar talles de ropa, que está orientado hacia una notoria disminución, en las dimensiones de la vestimenta.
Por otro lado, se fomenta el trastorno nutricional, en el aparente reconocimiento que recibe quien baja de peso, aún cuando se encuentre por debajo del peso esperado.
La Anorexia Nerviosa:
El principal signo de esta enfermedad, lo traduce una importante baja de peso, que se asocia al rechazo del adolescente para mantenerse en un peso corporal normal, adecuado a su edad y talla.
Presenta una importante distorsión, en la capacidad de evaluar con objetividad su aspecto físico, que estima con sobrepeso, y no le permite reconocer la desnutrición que padece, ni el peligro que ésta comporta para su salud. Consume una dieta muy restringida, con muy bajo contenido calórico, que en raras ocasiones altera.
Al bajo peso, la adolescente a menudo asocia amenorrea, es decir, perdida de al menos tres ciclos menstruales consecutivos. Desde el punto de vista psicológico, sufre trastornos de la personalidad, manifiestos en una tendencia anormal por el perfeccionismo en todos sus actos, de modo obsesivo, y además, en la percepción de un continuo sentimiento de ineficacia. Todo ello, le lleva a sobresalir en sus estudios, pero al tiempo que sufre baja autoestima.
Tiende a aislarse socialmente, o a vincularse en forma superficial, con sus pares. Un 45% sufre depresión.
La Bulimia Nerviosa
En este caso, la pretensión de restringir el alimento, no logra superar la ansiedad que genera el ayuno. Es por ello, que alternativamente se llega a ingerir cantidades enormes de comida, para luego vaciar el estómago, induciendo el vomito, o utilizando purgantes, porque las calorías le producen terror.
Así se produce un ciclo interminable de ingesta excesiva, seguido de restricción y purga, que genera fluctuaciones dramáticas de peso. Vómitos y diarreas inducidos, se disimulan pasando largos ratos bañándose, dejando la canilla abierta.
No tarda en aparecer deshidratación, desequilibrios del medio interno, y hormonales, y pérdida de vitaminas y minerales. Los cambios de personalidad, siguen las mismas pautas alternantes de las alimentarias, con relaciones sociales, que dejan de ser vinculantes para aislarse por semanas.
Los estudios se hacen inconstantes, y tienden a abandonarlos. Los síntomas depresivos se observan hasta en el 75%.
Causas de los trastornos:
Diversos factores interactúan en estas enfermedades; y se clasifican en pre-disponentes, precipitantes, y de mantenimiento. La predisposición es genética, o heredada; o bien es adquirida culturalmente, en la medida que se induce, a considerar obsesivamente la delgadez.
Los factores precipitantes, los constituyen diversas circunstancias, que acrecientan la sensación de inseguridad, propia de la edad adolescente, y que contribuyen a determinar la enfermedad.
Muchos de nuestros jóvenes luchan por lograr el físico perfecto , motivados por modelos y es en estas circunstancias en las que el culto por la estética corporal puede hacerse obsesiva. Comienzan a pensar que de otra manera no lograrán ser exitosos, y mezclan depresión y autocrítica al sentirse inferiores, porque no coinciden con los estándares de aceptabilidad social. Sin embargo, el mecanismo descrito, no se puede establecer como suficiente para causar el trastorno.
Debe jerarquizarse el llamado terreno en que ocurre la patología, y que la hace posible, más allá de un simple condicionamiento genético. Es fundamental, el papel que juega la propia educación, y las influencias transmitidas desde el propio ambiente familiar, que pueden inducir al adolescente, a no sentirse seguro de sí mismo.
En Resumen:
Actualmente, tanto la anorexia nerviosa, y la bulimia, son dos complejas patologías alimenticias, convertidas en verdaderos riesgos para los jóvenes. Es importante comprender que no se trata de un mero desajuste alimentario, sino de un trastorno a nivel psicológico, que en ocasiones puede llevar a la muerte.
Conocer estos trastornos alimentarios, y consultar cuando comienzan a manifestarse en sus primeros síntomas, son los primeros pasos para combatirlos, y para garantizar una rápida recuperación.