Algunas mujeres piensan que en su hogar, el mismo lugar donde fue engendrado y donde vivirá luego, su hijo puede nacer en un clima de amor y afecto y lejos del trato agresivo de las rutinas hospitalarias.
Para un grupo pequeño, pero creciente de mujeres, el mejor lugar para que su hijo nazca es su propia casa. Estas mujeres piensan que allí, en el mismo lugar donde fue engendrado y donde vivirá luego, puede nacer en un clima de amor y afecto y lejos del trato agresivo de las rutinas hospitalarias.
Una decisión que tiene ventajas y desventajas
La mujer que decide parir en su casa siente que allí puede ser protagonista y tomar las riendas del proceso junto con su pareja, mientras en una institución ambos se sentirían más cohibidos. Otra ventaja es que todas las personas que participan en el nacimiento son conocidas y elegidas por los padres, y eso los hace sentir seguros y acompañados. Además es improbable que se desarrollen infecciones, ya que la mujer tiene inmunidad natural para los gérmenes que se desarrollan en su medio, y esa inmunidad pasa también al bebé.
Se evitan algunos procedimientos que en las instituciones se realizan rutinariamente y que son innecesarios como el rasurado, o el enema, o la rotura artificial de la bolsa de aguas. Tampoco se dan medicamentos para apresurar el parto. Esto hace que le madre se sienta más activa, y que existan menos complicaciones.
Pero es importante tener presentes las desventajas: un parto en casa solo es seguro si se cumplen algunas condiciones indispensables, por lo que no está indicado para todas las mujeres.
Además de surgir una complicación, si bien la partera suele llevar lo necesario para un tratamiento inmediato, será necesario recurrir a una internación de urgencia, con todos los apurones y trastornos que esta implica.
Requisitos indispensables:
- Debes ser completamente sana.
- Tu embarazo debe ser normal y haberte controlado correctamente.
- Debes estar bien preparada psíquica y físicamente: ejercicios, alimentación, etc.
- Tu casa debe ser habitable, con agua, energía eléctrica y buenas condiciones de higiene. Debe estar situada en un lugar accesible por si hay que realizar un traslado. Debe ser posible calefaccionar la habitación en la que elijas que tu hijo nazca.
- El parto debe ser bien controlado por una partera o un médico experimentados que estén convencidos de las ventajas del nacimiento en casa.
- Debes contar con una institución de referencia para el caso de necesitar un traslado, y con un medio adecuado para realizarlo.
- Sobre todo debes estar bien segura de que es eso lo que quieres ya que las personas que te rodean es posible que te planteen toda serie de posibles complicaciones para hacerte desistir de la idea.
- Si no se cumplen todos estos requisitos, es mejor que optes por un parto institucional.
- El lugar del parto
- Elige la habitación de la casa en que te sientas más cómoda, que sea al mismo tiempo ventilada, tranquila y fácil de caldear.
- Unos días antes saca de la misma todos lo que pueda molestar: muebles innecesarios, libros, plantas y mantenla limpia y ventilada.
- No es necesario que “desinfectes” toda la habitación: Una limpieza a fondo es suficiente. Si tienes aspiradora pásala por paredes, techo, muebles, colchón. Si no la tienes, un trapo con solución de hipoclorito será suficiente. Usa 4 cucharadas de lavandina por litro de agua.
- La temperatura en el momento del parto debe ser de 25º a 29º, es decir un ambiente como para que tú y tu bebé estén desnudos sin sentir frío.. Aunque tu bebé vaya a nacer en verano, piensa que pueden haber días frescos, así que de todas maneras debes disponer de estufas como para poder obtener esta temperatura.
Aunque la mayor parte del tiempo lo pasarás levantada, tiende tu cama de la siguiente manera:
- Aspira o sacude cuidadosamente el colchón
- Cúbrelo con una sábana inferior con elástico
- Cubre la misma con un forro impermeable, que sujetarás por debajo con elástico o alfileres de gancho
- Por encima pondrás otra sábana inferior con elástico. Elige una sábana vieja, ya que ésta suele ensuciarse bastante.
- Coloca luego la sábana superior, y el abrigo adecuado, colcha, etc.
La partera que te asista visitará tu casa antes de la fecha probable de parto y te indicará si hay alguna otra cosa que preparar. Seguramente te dejará en ese momento el material quirúrgico, de sutura y para el control de los latidos fetales. También elementos para enfrentar una emergencia, y para la atención inmediata del recién nacido.
Cosas que es necesario tener a mano:
- Un banquito bajo o unos almohadones forrados en tela impermeable te pueden servir de apoyo durante el período expulsivo
- Una mesa servirá para tener prontas todas las cosas que necesita el bebé y otra mesa pequeña estará a mano con todo el material que requiere la atención del parto.
- 2 palanganas pequeñas
- 2 bolsas de agua caliente
- agua tibia
- 4 o 5 toallas viejas limpias y planchadas
- 3 o más juegos de sábanas limpias y planchadas
- 2 ó 3 bolsas de apósitos (siempre libre o similar)
- Un frasquito de yodofón
- Gasas estériles
- Un frasquito de alcohol eucaliptado
- Ajuar del bebé limpio
- Lista de teléfonos de partera, médico, mutualista u hospital, emergencia móvil, pediatra y personas que van a estar en el parto
- Recibo mutual o carné de atención, orden de internación, recibo del prenatal, recibo de la emergencia móvil, ficha obstétrica.
- Bolso pronto por si fuera necesaria la internación
- Comida preparada o semipreparada para la madre y los acompañantes para un día por lo menos
- Bebidas frescas a gusto de la madre, frutas, gelatina, caldo, miel o alguna comida liviana que pueda comerse durante el parto.
- Coordinar con alguna persona o personas que se ocupe de todas las tareas de la casa durante una semana por lo menos.
- Luz suave en la habitación.
- Linterna o foco de luz para poder revisar el periné
- Elementos optativos: música agradable, espejo para poder ver el nacimiento, cámara de fotos o filmadora, velas, incienso.
Indispensables
Por parte de los técnicos que asisten el parto en casa es indispensable la convicción de que el nacimiento es un acontecimiento normal y que tiene tres protagonistas: tu, tu compañero y tu bebé. Si esto no es así, corres el riesgo de convertir tu casa en un similar al hospital, pero sin las seguridades del mismo.
También es necesario que tengan el conocimiento y la experiencia suficientes, que tengan confianza y acepten los mecanismos naturales del parto, tan diferentes en cada mujer.
Pero sobre todo es necesaria una buena dosis de honestidad, de humildad y de prudencia para no correr riesgos gratuitos.
Otros “indispensables” solo ustedes los pueden aportar: la decisión firme acerca de lo que desean; la comunicación: el hablar y hablarse con franqueza, desde las palabras, desde el cuerpo, desde el corazón.
El aceptar las mutuas debilidades.
Aceptar el apoyo del otro.
El placer… el amor…