La mayoría de las personas asocian el termino sobredotación con el “traga”, ¿es eso la sobredotación?
Dos tipos de sobredotación
Tradicionalmente, la sobredotación se determinaba por medio de pruebas que miden el “cociente intelectual” (CI). El CI es el resultado de un test estandarizado que pretende medir la habilidad cognitiva de quien lo toma. Por esta razón eran utilizados comúnmente en los países desarrollados para la selección de estudiantes para programas especiales. Muchas de las características medidas por el CI se reflejan en el desempeño escolar y por eso aún es tan utilizado en situaciones de aprendizaje. Esta sobredotación “escolar” entiende al estudiante principalmente como consumidor de conocimiento. En las últimas décadas investigadores han cambiado el énfasis por lo que se denomina la sobredotación “creativa-productiva”. El impacto del potencial humano es difícil de medir con un solo número como el CI; la historia nos indica que las personas que han realizado las mayores contribuciones son las que han sido productoras de conocimiento más que consumidoras. Estas personas no son recordadas por su alto CI o por haber aprendido bien la lección, sino por su aporte de ideas en diferentes áreas de la actividad humana. Las situaciones de aprendizaje que promueven la sobredotación creativo-productivo enfatizan el uso y la aplicación de contenido y de procesos de pensamiento orientados a un problema real. El rol del estudiante se convierte de pasivo en activo. El estudiante tiene la posibilidad de investigar por sus propios medios lo que le es relevante aprender. Es preciso aclarar que ambas “sobredotaciones” son importantes. Los programas educativos deberían estimularlas así como fomentar las situaciones en las que éstas interactúan entre sí.
Las tres “C": Capacidad, Creatividad y Compromiso
El término sobredotación es aún un concepto muy controversial ya que existen múltiples definiciones y no existe un consenso entre los especialistas. Una multitud de modelos se han presentado desde que el término fue definido por primera vez en el año 1869 por Francis Galton (quien atribuyó la herencia como el factor determinante en la inteligencia). A finales de la década de 1970 Joseph Renzulli de la Universidad de Connecticut presentó el modelo más aceptado en la actualidad, el llamado modelo de “los tres anillos”.
Para Renzulli la sobredotación no es una condición que se otorga de una forma “mágica” a una persona. Sus investigaciones dan cuenta de que la sobredotación es una condición que se puede desarrollar en personas si tiene lugar una interacción apropiada entre distintas características. Renzulli define su modelo como una “agrupación de rasgos que caracterizan a las personas altamente productivas”, y lo representa de forma gráfica como se observa en la figura (Modelo de los tres anillos de J. Renzulli).
Estas características son:
Capacidad: Los niños sobredotados poseen una capacidad intelectual superior a la media y tienen mayor facilidad para aprender que el resto de sus compañeros. Creatividad: Renzulli entiende la creatividad como la capacidad de pensamiento diferente que favorece la búsqueda de soluciones distintas ante la presentación de un problema. Los sujetos con un alto nivel de creatividad son aquellos que presentan una capacidad de inventiva elevada, ideas nuevas y originales. Compromiso: El factor motivación hace referencia al interés y dedicación que estas personas manifiestan hacia tareas cuando éstas son de su interés. Es un factor crucial para la generación de resultados de calidad y novedosos. Como decía Thomas Edison, el genio es “1% inspiración, 99% transpiración.”
Ideas principales:
Para concluir me gustaría resaltar las ideas principales:
- No existe una definición universalmente aceptada de sobredotación.
- En concepciones modernas se mide la sobredotación por la calidad de la producción intelectual, no solo por la inteligencia “escolar”.
- La presencia e interacción de las tres “C” se da en las personas sobredotadas.