Antes de iniciar o continuar cualquier programa de ejercicios físicos o gimnasia se debe solicitar la aprobación del obstetra.

1) Antes de iniciar o continuar cualquier programa de ejercicios físicos o gimnasia se debe solicitar la aprobación del obstetra. Es aconsejable abstenerse de todo ejercicio si hay antecedentes de tres o más abortos involuntarios, ruptura de membranas, trabajo de parto prematuro, hemorragias, diagnóstico de placenta previa, cuello de útero insuficiente, cardiopatía o embarazo múltiple. Es aconsejable no practicar ejercicios vigorosos si se padece de hipertensión arterial, enfermedad de la tiroides, anemia, diabetes, o si hay antecedentes de trabajo de parto precipitado, retardo del crecimiento intrauterino, hemorragias durante el embarazo actual, o si el peso está muy por encima o por debajo de lo normal.

2) Los ejercicios físicos intensos (todos aquellos que elevan el ritmo cardíaco a más de 140 latidos por minuto) no deben practicarse durante más de 15 minutos seguidos, y entre estos períodos hay que dejar intervalos de no menos de 30 minutos.

3) No debe permitirse que la temperatura del cuerpo supere los 38 grados centígrados.

4) Deben evitarse los saltos y sacudidas excesivos, como se dan en la gimnasia aeróbica de alto impacto, y las extensiones profundas de las articulaciones, como en los estiramientos y movimientos bruscos de la calistenia. 

5) Conviene incluir en la rutina de ejercicios un período previo de 5 minutos de precalentamiento y uno posterior de 5 a 10 minutos de enfriamiento y relajación.

6) Nunca hay que exigirle al cuerpo en demasía. Si la persona se siente agotada, mareada o desfalleciente, debe detener el ejercicio de inmediato y descansar.

7) Los días en que se realicen ejercicios debe beberse líquidos en abundancia.

8) Con un embarazo de cuatro meses o más, no se deben realizar ejercicios tendida de espaldas, ya que el peso del útero obstruirá el libre flujo del torrente sanguíneo a través de la vena cava (la que lleva la sangre de vuelta al corazón), lo cual puede impedir que llegue al útero el aflujo de sangre necesario.

9) Debe interrumpirse el ejercicio y ponerse en contacto con el obstetra en caso de experimentar alguno de los siguientes síntomas: dolor general, dolor de espalda, dolor pubiano, hemorragia, falta de aliento, palpitaciones, desfallecimiento o sensación de debilidad, dificultad para caminar o pulso anormalmente rápido. 

A la hora de hacer ejercicios físicos … Teniendo en cuenta determinadas restricciones y si no existen contraindicaciones de su obstetra, es conveniente que durante el embarazo realice los ejercicios propios de preparación para el parto (gimnasia prenatal o maternal). 

Debe tener en cuenta que no es recomendable participar en competiciones deportivas ni en actividades que representen un sobreesfuerzo físico. Hay deportes que, aunque se tenga la costumbre de practicarlos, no son adecuados para una mujer embarazada, ya sea porque aumentan el riesgo de aborto espontáneo en el primer trimestre o por el riesgo de caídas y golpes que pueden producir desprendimientos placentarios en embarazos más adelantados. Algunos de esos deportes son la equitación, la gimnasia de alto impacto (steps, work-out), las artes marciales, el esquí y el atletismo. No hay que olvidar que la protección del bebé es una obligación y no debe arriesgarse innecesariamente.

Durante el embarazo es muy sano practicar algún tipo de actividad física porque le aportará beneficios tanto a usted como al futuro bebé. Lo más recomendable es que no inicie un nuevo deporte durante el embarazo. Si usted no realizaba ningún tipo de ejercicio antes de quedar embarazada, lo más aconsejable para iniciar son pasear a buen ritmo, la natación, técnicas de relajación, yoga y ejercicios de tonificación. 

Cuando se ejercite procure siempre iniciar y finalizar de una manera lenta, evitando movimientos bruscos. Manténgase en ambientes frescos con ropa cómoda y buen calzado. No se ejercite inmediatamente después de comer ni tampoco con el estómago vacío. 

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