El tema de las drogas es un flagelo que azota a toda la sociedad sin distinción de clases, sexo, edad. Lamentablemente hasta hace no mucho tiempo se pensó que era un problema que existía sólo entre adolescentes.
Con dolor he comprobado que niños menores de siete años tienen acceso a distintas drogas. Por ese motivo decidí abordar el tema desde un enfoque distinto.
Así nació El Árbol Mentiroso, realizando un material literario y lúdico, manejable para los adultos y entendible para los niños. El libro es una fábula que en ningún momento nombra la palabra ”drogas”, sin embargo los niños se dan cuenta de la temática que estamos tratando.
Hay que dejarles en claro que las drogas no tienen vida propia, no son un fantasma. Las drogas hacen daño cuando una persona las vende y otro las compra decidiendo tomarlas. El mejor camino que tenemos que tomar para evitar que nuestros hijos se inclinen hacia ellas, es la PREVENCION.
¿Cómo hacerlo? Informarnos para informar, hablarles del tema (según la edad) con todas las consecuencias que puedan tener el uso de las drogas. No dejar para otro día lo que hoy nos preguntan. Sin miedo, porque las drogas están al alcance de cualquiera que quiera llegar a ellas.
Les voy a contar una anécdota que los va a horrorizar como a mí. No hace mucho tiempo fui a un escuela a contar un cuento a un nivel de cuatro años. Comenzaba la hora de la merienda y la maestra me dijo que le preguntar a determinado niño que había traído de merienda. El me respondió:”PASTA BASE”, tenía en su servilleta una mezcla de golosinas, le pregunté si me convidaba. Cuando probé me preguntó: ¿NO SENTIS GANAS DE CAMINAR POR LA PARED? Ante mi negativa el agregó: YO TAMPOCO, PERO DICE MI HERMANO QUE SI COMES MUCHO, SI TE VIENEN GANAS.
Como verán, algunos niños ya tienen incorporado dentro de sus juegos y lenguaje, el término PASTA BASE. ¿Asustados? Bueno, ahora entenderán por que la prevención comienza ahora.