Escuchar música todo el día y a todo volumen parece ser una nueva moda. Muchos hacen esto pero con auriculares… ¿Qué tanto puede perjudicar sus niveles de audición?
El Dr. Alejo Suárez, MSc, Medico ORL del Hospital Británico explica que encuestas realizadas en diversos países pusieron en evidencia una tendencia importante al abuso de intensidades de sonido elevadas, durante el uso de dispositivos tecnológicos. Se considera abuso del volumen cuando el joven se aísla completamente de los sonidos del entorno.
“La prevalencia de la pérdida auditiva vinculada a exposición sonora, es de 15% en la edad de 12 a 19 años.” Suárez afirma que de todos modos el daño en el oído puede deberse tanto por exponerse a un ruido muy intenso, como a una exposición prolongada, aunque sea de menor intensidad. Por este motivo, el Dr. Suárez habla del “riesgo de acumular exposición sonora”, ya sea por dispositivos de usos personales o en locales de entretenimiento.
Algunas veces el problema comienza a manifestarse sintiendo pitidos o zumbidos en los oídos. A esta afección se le denomina tinnitus (o acúfenos) y suele durar hasta que los oídos vuelven a adaptarse, poco a poco, a los niveles sonoros considerados normales.
¿Se puede corregir la pérdida de audición?
Una vez que el órgano se daña, no hay vuelta atrás. El Dr. Alejo Suárez explica que la cóclea es la estructura que nos permite transformar las ondas sonoras en impulsos eléctricos para que luego, nuestra corteza auditiva sea capaz de interpretarlos y darles sentido. “Este es el órgano que se daña con el traumatismo acústico y por las características de los diferentes elementos que la integran, no es posible repararla una vez que se lesiona.” Solamente en casos excepcionales la situación puede revertirse. Cuando esto ocurre lo que se hace es utilizar algún dispositivo como audífonos, para mejorar la entrada auditiva.
Detectar este tipo de problemas puede resultar un poco difícil. La clave está en prestar atención a las situaciones del día a día, como ser el volumen de la televisión y las dificultades de comprensión en ambientes con ruido de fondo como es, por ejemplo, un aula. En esos casos se recomienda hacer un estudio de la función auditiva mediante un audiograma. Según indica el doctor, previamente se debe examinar ambos oídos para detectar alguna posible patología específica. “No existe una estudio que permita evaluar con detalle la estructura de la cóclea, por lo que muchas veces se intuye o propone el tipo de alteración a dicho nivel”, afirma Suárez.
Recomendaciones:
- Que los adolescentes sean concientes de esta problemática. Solo el hecho de reproducir un sonido que imite la presencia de un acúfeno (“zumbido“), que puede quedar en forma permanente por daño sonoro, puede hacer reflexionar sobre algunas conductas respecto al ruido. Se pueden encontrar en internet referencias de este tipo de sonidos.
- Intentar evitar que nuestros hijos estén aislados acústicamente.
- Utilizar tapones que filtren el sonido en recitales o en locales bailables puede ayudar a bajar la intensidad del sonido sin dejar de apreciarlo.
Otras causas que originan una deficiencia auditiva:
La causa más común de sordera de transmisión en niños y adolescentes es la otitis media, término médico utilizado para referirse a una infección que afecta al oído medio. Las infecciones de oído hacen que se acumule fluido o pus detrás del tímpano, lo que puede impedir la transmisión del sonido. Incluso después de que mejore la infección, es posible que el fluido permanezca en el oído medio durante semanas o incluso meses, dificultando así la audición. Si bien esta situación es más frecuente en niños pequeños, no hay que dejar de prestar atención a las otitis que se producen también en adolescentes, por ejemplo a consecuencia de baños prolongados en playas o piscinas.
Asimismo, un desgarro o agujero en el tímpano puede afectar a su capacidad para vibrar decuadamente.
Este tipo de daño puede producirse al introducir demasiado un objeto como los bastoncillo de algodón, un cambio brusco de presión atmosférica o un traumatismo craneal.
Curiosidad: Ruido de un MP3 / Más que un avión
El volumen máximo que puede alcanzar un reproductor de música MP3 alcanza los 112-115 decibelios, lo que supone unos 5 decibelios más que un avión al despegar y 30 más que mucho tráfico.
Dr. Alejo Suárez, MSc.
Medico ORL Hospital Británico
Laboratorio de Otoneurología.