Cuando uno tuvo la experiencia de ser hijo, cuando ya pasó la juventud y tuvo la experiencia de ser padre o madre lo mejor que pudo, la vida nos bendice con la llegada de los nietos.
La llegada de los nietos
La vida no es fácil, pero que maravillosa… Cuando uno ya pasó su infancia, mejor o peor y tuvo la experiencia de ser hijo, cuando ya pasó la juventud y tuvo la experiencia de ser padre o madre lo mejor que pudo, la vida nos bendice con la llegada de los nietos.
Ser abuelo te llena de ternura, volver a tener en tus brazos un pequeñito de tu propia sangre es una oportunidad de revivir tantos sentimientos guardados por muchos años, como el calor de los brazos de tus propios abuelos y la imagen de aquellas arrugas, que se fueron hace tantos años.
Así como la inseguridad que sentiste al tener tu primer hijo y pensar en toda la responsabilidad de hacer una buena persona de él.
Qué esperan los nietos de sus abuelos
Tus nietos piensan que la vida ya te enseñó todo, que no hay preguntas que no sepas responder, que no hay muchas cosas que no puedas hacer y especialmente saben que aún tienes mucho afecto para dar y recibir.
Saben que al lado de ellos vuelves a ser niño, que recuerdas el milagro del juego, de ser lo que no eres por que él lo desea. "Abuela, ahora la chiquita sos vos", "Abuelo, ta que vos eras un monstruo" … y así el juego te lleva a mundos de fantasía que estaban guardados.
Pero también tienes que crecer al lado de ellos, compartir la compu… conocer Pokemones, Yu-gi-oh y tantos otros para compender su lenguaje…
¿Qué mejor motivo para actualizarse que acompañarlos en su aprendizaje?
Estas fechas tan de la familia fortalecen los lazos, renuevan los vínculos y nos permiten volcar tanto amor entre todas las generaciones, que actualmente son mas cada vez más, a veces hasta cinco.
No olvidemos que este amor de unos días no es suficiente, los más grandes de la familia son los que más necesitan un abrazo, una llamada, una visita. Eso también es una tarea que los abuelos debemos cumplir y enseñar.