Mas de 20 años después de la aparición de los primeros indicios clínicos del síndrome de inmunodeficiencia adquirida, el SIDA se ha convertido en la enfermedad mas devastadora de los últimos tiempos.
SIDA
UCM El futuro de la epidemia depende de tu comportamiento Mas de 20 años después de la aparición de los primeros indicios clínicos del síndrome de inmunodeficiencia adquirida, el SIDA se ha convertido en la enfermedad mas devastadora que la humanidad ha debido afrontar en los últimos tiempos. Desde el comienzo de la epidemia han sido infectados por el virus más de 60 millones de personas. Sin distinción de raza ni de clase social la epidemia del SIDA afecta cada vez más a jóvenes comprendidos entre los 15 y 24 años de edad en el mundo entero. Según las ultimas estadísticas de la ONU el virus de VIH (Inmunodeficiencia humana) lleva un total de 39.5 millones de personas afectadas, aproximadamente 4.3 millones de niños y adultos se han infectado en los últimos 12 meses, y 2.9 millones han fallecido a causa de esta enfermedad.
El SIDA no afecta a hombres y mujeres en igual proporción en todo el mundo; y actualmente se observa que la menor incidencia inicial, que se había observado en las mujeres, tiende a desaparecer por aumento de casos femeninos. La transmisión vertical es escasa, en relación a la transmisión sexual, y a la asociada al consumo de drogas, por compartir jeringas. Por ello la enfermedad tiene mayor incidencia en los segmentos de población caracterizados por mayor promiscuidad sexual, y que padecen drogadicción. Pero pese a los esfuerzos de educación y prevención, que se realizaron más selectivamente en dichos sectores, persisten las conductas de riesgo, y también la infección.
Los mecanismos de transmisión sexual: Las células blancas de la sangre (leucocitos), del tipo linfocitos y monocitos, se afectan por el virus, y se concentran en las vías genitales de los sujetos que padecen procesos inflamatorios genitales. Ello explica, que el riesgo de contraer SIDA aumente con la existencia de otras enfermedades de transmisión sexual: la inflamación crónica genital, concentra más células infectadas, y la transmisión viral aumenta, por una mayor vascularización local. La mayor posibilidad que se observa de colonizar células susceptibles al virus por transmisión anal, depende del menor acondicionamiento de la mucosa digestiva que la genital, por ser ésta menos vascularizada. En la mujer, el embarazo aumentaría la susceptibilidad a la infección, a través de un aumento de la congestión pelviana, y de las secreciones cervico – vaginales.
La presencia de la ectopía cervico uterina, incrementa el riesgo de infección, por inflamación traumática del cuello uterino. Un efecto similar, lo tienen los procesos inflamatorios del cuello (cervicitis), y los anticonceptivos orales. La presencia de enfermedad ulcerosa genital, fundamentalmente por herpes, y por sífilis, también predisponen al SIDA. La transmisión sexual del virus, es tres veces más eficiente del hombre a la mujer, que desde la mujer al hombre: 27% contra 8,9%. Las exigencias de prevención de la enfermedad, en el nivel cultural – educativo, se hacen más evidentes al analizar otras diferencias, no sólo relacionadas con grupos sociales y económicos, sino respecto a sus formas de evolución. Las mujeres son más gravemente afectadas, debido a una diferente actitud ante la enfermedad. El primer decenio de la pandemia, ya evidenció que las mujeres afectadas tenían una supervivencia más breve que el varón. Los estudios demostraron, que las mujeres asignaban menos prioridad a su salud, que al resto de la familia. El agravamiento acelerado no se relacionaba con la biología, sino con una actitud cultural, respecto a la prevención, y al tratamiento. Ello explicaba también, la asociación con graves cuadros de desnutrición, que empeoran la evolución en la mujer, al facilitar una amplia gama de infecciones, a gérmenes oportunistas.
Efecto del embarazo sobre SIDA: Si bien en términos generales, el embarazo altera la inmunidad (por declinación de células CD4, inmunocompetentes), no todos los estudios coinciden sobre los efectos clínicos observados. Estudios realizados en Kinshasa (Zaire), parecían indicar una aceleración de la enfermedad durante el embarazo; pero series ulteriores, de Haití y EEUU, sugirieron ausencia de efecto adverso. Sin embargo, se sigue recomendando realizar determinaciones múltiples, y periódicas, de células CD4 durante la gestación. De acuerdo con ellas, en caso de comprobarse descensos críticos, puede decidirse el uso de drogas profilácticas.
Efecto del SIDA sobre el hijo: Son contradictorios los resultados de estudios que investigan los efectos del SIDA sobre el embarazo. En algunos, no se registraron diferencias estadísticamente significativas, respecto a variables como bajo peso al nacer, edad gestacional, circunferencia cefálica, y tests de vitalidad del recién nacido. Otros estudios, plantean tasas más altas de embarazos con complicaciones, y de abortos espontáneos. Se necesitan estudios más grandes, y de tipo prospectivo, para obtener conclusiones más firmes. Más allá de estas estimaciones indirectas, no existen dudas respecto al aumento del SIDA por transmisión vertical, en todo el mundo. Llega a constituir hasta un 25% de los casos, sin tratamiento antiviral; y se transforma en una de las 10 causas principales de muerte, en los niños de 1 a 4 años. La transmisión del virus durante el embarazo está demostrada. Sin embargo, el momento en el que se realiza con mayor intensidad esa transmisión, es durante el parto, cuando el niño se expone a las secreciones cervico – vaginales, y a la sangre materna. Este hecho explica que el primer nacido, de dos gemelos, se encuentre más infectado. Si bien se había planteado, que la cesárea podría evitar esta transmisión, en madres con SIDA, a través de una menor exposición, los datos obtenidos no son aún definitivos. Por ello, no se recomienda aún utilizar sistemáticamente la cesárea, como recurso profiláctico. La transmisión vertical, se da también en la lactancia, por la leche materna contaminada. La frecuencia hallada de un 29%, determina que se prohíba amamantar, a las madres con SIDA. La carga más o menos alta, de virus en la madre, y el recuento de células CD4, influyen en la transmisión vertical. Por ello, el uso del fármaco zidovudina , entre las 14 y 34 semanas de gestación, reduce la transmisión vertical del 25%, al 8%. Aunque estudios recientes parecen descartar los riesgos teratogénicos, sólo se utilizan luego del primer trimestre de gestación.
Manejo de la infección: El alto costo de tratamientos antivirales, y de técnicas de seguimiento, hace difícil seguir la totalidad de pautas estadounidenses para controlar la transmisión vertical; pero es posible seguir sus recomendaciones consideradas estándar, que incluyen asesoramiento obligatorio a las embarazadas respecto a la enfermedad, junto con pruebas para detectar VIH. El uso de agentes antivirales, y la elaboración de un pronóstico, se relacionó al inicio con el recuento de las células CD4. Actualmente se tiende a complementarlo con medidas de la carga viral, y con 3 a 4 determinaciones anuales de CD4, además de la medición basal. La vigilancia cuantitativa de la carga viral (el RNA del virus, resulta imprescindible para decidir el tratamiento antiretroviral, y para evaluar el pronóstico de la enfermedad, y la eficacia del tratamiento. Tomado de Enfermedad por virus de la inmunodeficiencia humana y mujeres Dra. Dava Klirsfeld, Bellevue Hospital, New York; Clínicas Médicas de Norteamérica