Nuestro bebé es muy demandante. Además de estar atendiendolo a toda hora, las mamás nos fusionamos emocionalmente con nuestro hijo, lo que nos genera una difícil disposición para la actividad sexual. ¿Cómo recuperar la vida de pareja después de ser mamá?

Casi el total de la energía de la madre está dedicada al niño, tanto a nivel físico como emocional y es lógico que la atención a la pareja disminuya. Además, que el bebé duerma en el mismo cuarto tampoco es un factor que ayude. La llegada de un niño también puede afectar la libido del hombre. No es infrecuente que un padre nuevo pierda el deseo sexual o, incluso, su capacidad de mantener una erección. Le puede resultar difícil adaptarse a la dualidad –a veces contradictoria- de sus roles de padre y amante.

Será fácil si ambos son conscientes de la existencia del problema y pueden conversarlo.

El origen de la cuarentena

Luego del nacimiento es todas las culturas era normal que hubiera un período en el que no se recomendaban las relaciones sexuales, a modo de evitar cualquier tipo de posible infección. La mujer perdía mucha sangre en el parto y podía ser riesgoso. Luego, con el tiempo, los médicos fijaron la conocida “cuarentena”, que implicaba no tener relaciones hasta unas seis semanas luego del parto. Actualmente no se explicita el tiempo exacto, lo que sí se recomienda es que la mujer se recupere bien.

Algunos siguen la tradición de la cuarentena, otros afirman que no es necesario que se mantenga. Lo cierto es que pasado un período de recuperación,  las hormonas que se liberan durante el acto sexual provocan la contracción del útero, ayudándolo así a recuperar su estado previo al embarazo.

De todos modos, hasta que los niveles hormonales hayan recuperado la normalidad,  es probable que la vagina no se lubrique tan rápidamente como antes del parto, por lo que muchas parejas optan por utilizar algún lubricante externo.

La apariencia

La apariencia es otro aspecto que preocupa a muchas mujeres luego de tener un hijo, sobre todo si es el primero. Se sienten menos atractivas y sumado a las molestias de una episotomía o  cicatrización de la cesárea y  el dolor en los pechos, es normal que presenten miedo al dolor al momento de tener sexo.

 Hacer ejercicio es una de las mejores recomendaciones. Es necesario fortalecer los músculos y así sentirse mejor con el cuerpo.

 También se recomiendan formas alternativas a la penetración durante las primeras semanas. Claro que todo esto debe estar acompañado de un excelente diálogo de la pareja.

Factores que dificultan la sexualidad

En la madre:

-Siente que perdió intimidad y la libertad.

-El cambio de roles habituales puede desorientarla.

-Cambios a nivel corporal que  requieren adaptación.

-Simbiosis madre-hijo.

-Inflamación vaginal, hemorragias.

-Cansancio.

-Lactancia.

En el padre:

– Miedo a hacerle daño a la mujer.

-Ver el cuerpo de la mujer como perteneciente al niño.

-Tener más exigencias en cuanto a lo laboral, económico.

-Impacto por haber presenciado el parto.

En ambos:

-Nuevo integrante en el núcleo familiar y a veces en la habitación.

-Cansancio debido a la demanda.

-Adaptación a la nueva situación.

Tener un encuentro íntimo no sólo debe realizarse porque sienta que el otro quiere sino que es un tema de tiempos, adaptación y sobre todo, comunicación. Los abrazos, las caricias y los besos juegan un rol importante en esta etapa que vive la pareja y ayuda muchísimo. Por lo tanto, no hay que sentirse mal si uno se siente diferente en los primeros meses, es totalmente normal y solo es cuestión de tener paciencia. Por otro lado, recordar que aún durante este período la madre puede volver a quedar embarazada, por lo que se recomienda visitar al ginecólogo antes de reanudar la actividad sexual, para establecer el uso de un sistema anticonceptivo. 

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