El tema de la obesidad preocupa cada vez más a los países más desarrollados, especialmente en Estados Unidos.

En nuestro país también es tema de preocupación, tanto en adultos como niños, todos sabemos que una dieta saludable y una vida activa son elementales para mantenerse en peso y saludables. No obstante como la falta de tiempo para hacer las compras y cocinar, la falta de hábitos de comer ciertos alimentos nos lleva a facilitarnos las cosas y muchas veces engañarnos ya sea en forma consciente o inconsciente.

El consumo de los alimentos llamados Light y que realmente lo son, se ha convertido en una falsa solución al problema. Si leemos los envases de estos alimentos con detenimiento nos dicen que contienen “menos calorías”, que son “bajos en contenido graso” o que no contienen azúcar.

Debemos tener muy claro que estos alimentos simplemente “engordan menos que los que no son light” pero debemos poner mucha atención a su consumo, ya que el consumo en abundantes cantidades no solamente no ayuda a bajar de peso, sino que nos lleva a un aumento, que puede ser importante.

Lo importante es comer alimentos frescos, acostumbrarnos al consumo de frutas y verduras crudas y cocidas, aprender a disfrutarlas y a prepararlas en combinaciones. De medianas calorías, o sea utilizando leche descremada en pasteles y budines. Reducir la cantidad de huevos en las preparaciones. Las carnes, rojas y blancas deben ser consumidas desgrasadas y en porciones no demasiado abundantes, solamente el pescado (excepto los azules) se puede consumir con menos restricciones.

La Naturaleza nos provee de una enorme variedad de verduras que se pueden utilizar como acompañamiento de las carnes, zapallitos, todo tipo de zapallo y calabazas en puré, así como las zanahorias pisadas son una rica guarnición para las carnes, todo es cuestión de educar el paladar, y especialmente el de nuestros niños.

Las pastas se pueden consumir en porciones moderadas y acompañadas de salsas livianas, de brócoli, de tomate, de berenjenas, preparadas casi sin aceite y condimentándolas con especies (es el tipo de Cocina Mediterránea que es muy saludable)

Los embutidos y quesos fuertes los tenemos que dejar para consumir en ocasiones excepcionales y limitarnos en lo posible.

Los alimentos light, volviendo al tema deben ser considerados como una extra, podemos comer un postrecito light o un yogur light si el resto de la dieta diaria estubo controlada, pero no pensemos que por ser light podemos comernos tres o cuatro, porque en ese caso estaríamos consumiendo las mismas calorías que si nos permitiéramos una buena porción de torta de chocolate o de frutillas con crema.

Por lo tanto no negamos que una barrita de cereales o un yogur dietético puede ser una buena ingesta, cuando estamos trabajando, pero siempre sería mejor comer una manzana u otra fruta,un pequeño trozo de queso magro o un vaso de leche descremada, una porción de gelatina con frutas…

Esto es un llamado de atención, a leer los envases de lo que consumimos y le damos a nuestra familia y no confiar solamente en las palabras más destacadas de los envases.

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