“Al mayor, Federico (18), le pusimos ese nombre no sólo porque nos gustaba sino porque mi abuelo se llamaba Federico y además el padre de mi marido también, así que un poco por gusto y otro poco por familia.
A Carolina (13) le pusimos Carolina Inés porque a mi marido le encantaba Carolina, por Carolina de Mónaco, y a mi me encantaba Inés. Pero le decimos Caro porque ya tiene una prima Inés.
A Santiago (13), mellizo de Caro, le pusimos así simplemente porque el nombre nos gustaba a los dos.
¡No tenemos mucho misterio!”

Florencia

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“Los nombres de nuestras tres hijas, Belén, Sofía y Virginia, fueron elegidos según varios criterios.
El primero de ellos fue no hacerle caso a nadie de la familia y elegirlos por nuestro gusto propio; nada de deberle al padrino del padre ni a las bisabuelas  ni nada parecido.
Tampoco que se llamaran igual que los padres; eso de Silvia y Silvita, Felipe y Felipito, etc nos parecía espantoso (para el niño, obviamente) y peor eso de una especie de dinastía donde al final al niño por llamarse como sus tres antepasados se le exigen determinadas cualidades que no tiene porqué tener. Queríamos dejarlo en libertad de ser él (o ella) mismo.
Por otro lado, queríamos que sólo tuvieran un nombre; uno basta y sobra y si no, entramos otra vez en lo de quedar bien con una familia y con la otra no, y así ad infinitum.
Y por último, nada de modas ni de “originalidades”. Los nombres, como tantas otras cosas, se ponen de moda y después de unos años, vuelven los nombres que se usaban varias generaciones atrás o empiezan a usarse nombres de cosas para los niños, que no tienen porqué entender el asunto y serán por mucho tiempo causa de bromas y disgustos entre sus amigos, terminando en sobrenombres peores que el nombre mismo.
Así que con un poco de sentido común y buen gusto (que por supuesto es subjetivo) alcanza.”

Marta 

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“Elegimos el nombre SEBASTIÁN para nuestro hijo porque queríamos que quedara bien en diferentes idiomas. También queríamos salir un poco de los nombres que están tan de moda en este momento (Bautista, Matías, Facundo, Santiago, Thiago, Bruno, Mateo, etc) para que no fuera igual que los otros.  Desde que éramos novios en esas charlas que uno tiene a futuro sobre el posible nombre de un hijo, en seguida los dos coincidimos en este nombre, así que cuando llegó el día de la ecografía y el médico nos dijo “varón”, nos miramos en ese momento y ambos nos dijimos “Sebastián”, rememorando aquellas charlas. Fue muy lindo.”

Sylvia

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“Desde el día que me entere que sería mamá dije y sentí que era varón, entonces solo me dedique a pensar en nombre de varones: Thiago, Simón, Santino eran mis preferidos.
Pero a las 20 semanas aproximadamente me dijeron es NENA. ¡Qué problema! No había nombre… Salí del consultorio y mi madre me dijo: ¡No tenés nombres de nena! ¿Cómo le vas a poner? Y yo dije AZUL y no lo cambié más.
Los motivos son unos pocos. Hace muchos años vi en el informativo una noticia de una bebé chica de un año o dos, que se había caído de un balcón y un señor de abajo la vio caer y la agarró. Obvio que se salvó. La nena se llamaba Azul, a mi me encantó el nombre y desde ese día dije que mi hija se iba a llamar así. Busqué el significado y me encantó: “del color del cielo”.
Lo que si costo fue el segundo nombre porque no sabía qué podía ir con Azul, algo muy difícil. Me gustaban Samara y Xiomara. Ambos me encantaban, pero esta vez sí me apoyé mucho en Internet. Aparte me interesaba que significara algo que no sea solo un nombre porque sí. Al final en la sala preparto pedí opiniones a la partera y al anestesista y a todo el que entraba. El anestesista me sugirió Anabella que así él quería llamar a su bebé el día que tuviera. Por otro lado la partera me dijo que Samara era lindo y original. Nadie conocía ninguna Samara así que al final quedó Samara porque amo el significado: “la protegida de dios”. Y así fue que mi gorda nació con el nombre de Azul Samara.”

Deborah

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“Mi nombre es Ida Ema pero mi padre me puso Micuí de sobrenombre, pues MICUIM o algo así, en guaraní quiere decir bicho colorado, de los que pican y te rascás. Yo era muy chiquita al nacer, y chillaba todo el día, incomodaba de lo lindo, y además, supongo que por lo chillaba, estaba muy coloradita, entonces mi papá me puso Micuí y así me quedo para toda la vida. No es un nombre propio, ni muy lindo, pero es por el que me conoce todo el mundo.
Con mi marido Alejandro tuvimos seis hijos, dos varones y cuatro mujeres.
A la mayor le puse Lucía por que me gustaba, y es un nombre muy de la familia.
Alejandro por su papá y una tradición de la familia paterna.
Horacio por mi abuelo que era un tipo fenomenal y muy capaz.
Pilar, por que me gustaba y nada más, y Patricia lo mismo.
Florencia también es un nombre de la familia, pero en aquella epoca no se usaba para nada, y tuve que pelear para poder ponérselo, y me acuerdo que Carlos, hermano de mi marido, más de una vez me preguntó por qué le había puesto un nombre de una ciudad, ¡que le podía haber puesto Milán o Torino! Pero resulta que cuando nació su hija mujer, le puso Mercedes, entonces a la vez siguiente que me volvió a tocar el tema, le pregunté por qué no le había puesto Durazno o Minas. Ahí se acabó la discusión – nunca mas se tocó el tema.”

Micuí (74)

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“A la primera, Lorena Paola, el nombre se lo puso mi esposo por la actriz argentina. La segunda Betine Nataly, por una prima y Nataly por la protagonista de una novela. La tercera, Joana Priscilla porque los dos nombres me gustaron a mí. La cuarta se llama Nicole Antonella. Le iba a poner Melody pero mi esposo no quiso, pero a la quinta como no opinó sí le puse: Melody Julietta. El segundo nombre fue para parecerse un poco al nombre del padre que es Julio. Y la última, Priscilla Bárbara. El nombre Priscilla me encanta y como a mi otra hija se lo puse de segundo nombre no la podía llamar por él, entonces se lo puse a la más chica.”

Alicia 

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“¡Uuuuuuuuuuuuy qué momento el del nombre! En lo primero que nos pusimos de acuerdo es en que tuviera un solo nombre y un nombre que no haya sido usado en las dos familias. En lo siguiente fue en que el nombre debía ser de origen italiano por el apellido paterno.
Hice una lista en la que puse por ejemplo Antonella, Fiorella… y en eso días vino el padre y me dijo que había buscado en internet los 10 nombres top de Italia (de ese momento), y me gustó.
Cuando nació (12/09/2009) le hizo honor a su nombre (porque fue prematura): VALENTINA PEYRONEL SUAREZ.”

José y Mayra

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“A las siete semanas tuve una amenaza de aborto, y hasta las doce semanas más o menos no sabíamos que iba a pasar. Estaba en reposo absoluto, porque el desprendimiento del saco embrionario se había agrandado, y luego cicatrizaba lento. A pesar de los estudios que me realizaron nunca se supo la causa.
Ese tiempo fue de sentimientos encontrados, era como si no estuviera embarazada, raro, no quería ilusionarme, pero a la vez le pedía a mi bebé que sea fuerte, que la amaba y que sabia que dios la protegía. Una vez superado los miedos, y las complicaciones, nos dijeron que era varón. Pasaron mil nombres!!!! Yo quería uno que no fuera común, y el papa decía que los que elegía eran como muy antiguos, que no pegaban con el apellido, o que le iban a tomar el pelo en las escuela! Me encantaban Fausto, Thiago, Tadeo, Lautaro.
En  la siguiente eco,  el técnico nos pregunto si queríamos saber que era, y muy segura le dije: “ya sabemos, varón”, me miro, miro al papá y dijo: “Claramente es una nena”. Paaaaaaaaa!! la cara del padre un poema!!! Ahí comprendí porque soñaba con nenas repetidamente. No era porque quería una nena, como decía el papa, ¡era intuición!
Tuvimos que charlar otra vez sobre cómo le íbamos a poner, allí pasamos desde el conocido google hasta una encuesta familiar, de todas formas un día surgió: Valentina. Busqué su significado, y ¡no existía un mejor nombre que ese! Nos encantó a los dos, tiene música, es alegre al pronunciarlo, y aunque sea un tanto común o conocido, al llevarlo mi princesa, lo hace especial, único.”

Leticia

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“Tenemos dos hijos bellos, sanos y fuertes q ya tienen: Mathias Pablo 4 años y Manuel Lorenzo 2 años.
Recuerdo que al momento de saber el sexo de Mathy comenzamos a barajar nombres. Sin pensarlo mucho mi esposo decidió ese nombre porque él sentía que era “un regalo de Dios”. No sé si lo buscó en internet, sé que me dijo: “Se va llamar así”, y así acepté. Luego Pablo sería su segundo nombre ya que el papá se llama así.
Manu vino muy pronto a nuestras vidas y también, cuando supimos el sexo nos pusimos a pensar… Acá pensamos mas. Tengo un hermano que falleció que se llamaba así, así que decidimos ponerle Manuel. Mas no sabíamos cuál sería su segundo nombre. Un día recibimos una llamada del padrino/primo Mario y nos contó que el abuelo de mi esposo se llamaba Manuel Lorenzo. Bueno,  ahí decidimos que se llamaría así.”

Claudia

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“Mi nombre es Juliana y no fue muy difícil encontrar el nombre para mi beba. Cuando me enteré de que estaba embarazada yo busqué un nombre para nena y su papá para varón. Queríamos nombres italianos así que pusimos en internet nombres italianos y aparecieron. Mi gorda se llama Tiziana y hoy tiene 15 meses. Como verás, un nombre hermoso para esa niña tan hermosa q me tocó recibir.”

Juliana


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Imagen: www.morguefile.com

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