Artículo escrito en base al libro de Icami Tiba, “Quien ama educa”.
¿Cuál es la tuya?
¿Cómo crees que te comportás como madre, padre o educador? ¿Crées que contemplás a los chicos como verdaderos seres humanos o hay posibilidades de que a veces ejerzas tu rol de forma incompleta? Esta nota está basada en el capítulo 4 del libro “Quien ama educa” de Icami Tiba (Ediciones Alfaguara, Buenos Aires, 2009). En el mismo Tiba explica que “por increíble que parezca, no siempre las personas tienen un comportamiento humano en sus acciones”. Tiba distingue tres tipos de comportamientos en los padres: Comportamiento vegetal, animal o humano.
¿Cómo actúan los padres que tienen un comportamiento vegetal?
Las plantas viven fijadas a la tierra esperando que la tierra, el sol y la lluvia le provean todo lo que necesitan para sobrevivir. Así también se comportan los bebés que necesitan recibir cuidados de otros para no morir.
Sin embargo, Tiba describe que también hay adultos que a veces se comportan como vegetales: permaneciendo indiferentes ante los reclamos de sus hijos y esperando que “otros” ejerzan el rol de educadores. Esos otros pueden ser la escuela, la televisión, los amigos, etc. Son padres que no actúan cuando sus hijos se pelean o tienen malas notas, o esperan que estos “naturalmente” obedezcan y sean bien educados, pero sin involucrarse conciente y responsablemente en la tarea.
¿Cómo actúan los padres que tienen un comportamiento animal?
Los animales actúan en base a sus instintos. “El animal vive dentro del ciclo necesidad-saciedad y placer-displacer. Sus deseos están dictados por los instintos”. Los seres humanos tienen un comportamiento animal cuando actúan sin razonar, de manera impulsiva, cuando repiten muchas veces los mismos errores, cuando no respetan la ética y las normas sociales o cuando actúan con la ley del más fuerte.
En el caso de los padres lo vemos cuando “explotan” y maltratan verbal o físicamente a los niños, cuando rezongan siempre de la misma manera sin pensar qué podrían modificar para que cambie la situación, o cuando hacen las cosas por ellos esperando que éstos aprendan de esa manera. Un comportamiento de tipo repetitivo es animal. Debemos lograr que aprendan a hacer las cosas por sí mismos.
¿Cómo actúan los padres que tienen un comportamiento humano?
Un comportamiento humano integra la disciplina, ética, gratitud y ciudadanía para preservar la especie, usando su inteligencia y creatividad. “El cuidado de los padres a sus hijos forma parte del instinto animal de perpetuación de la especie, pero es la educación la que los convierte en seres humanos”.
Tiba explica que en un comportamiento de tipo humano, no ordenamos mil veces el cuarto que el chico no ordena, sino vamos cambiando la estrategia hasta lograr enseñarle a que él lo haga. Y si debe pasar un mes con el cuarto desordenado hasta darse cuenta lo incómodo que es, esto puede resultar una estrategia adecuada. En el comportamiento humano, no alcanza con saciar los instintos para obtener placer sino que debemos aprender a ser felices. Y para eso los chicos (y los grandes) deben incorporar una gran cantidad de valores que requieren educación, tiempo y esfuerzo.
Un comportamiento humano en la educación de los hijos es aquel en el cual nos involucramos concientemente dedicando nuestra energía, emociones y razonamientos para lograr que encuentren un camino que los haga sentirse plenos personal y socialmente.
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